Gaceta de La Solana
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Colaboraciones
Un joven Julián S-Ajofrín con sus maquetas
miniatura. “Trabajé mucho tiempo con
las mulas y me acordaba bien de aque-
llos carros y sus guarniciones”. Dicho y
hecho. Comenzó a trabajar maquetas a
escala de este ancestral medio de trans-
porte agrario. Nunca fue herrero, ni
guarnicionero, ni carpintero, pero se las
apañó bien. Con madera, cuero, tachue-
las y caballos de juguete comprados en
la papelería de Fonda, comenzó a crear.
El resultado se puede ver en las fotos
que publicamos. Un carro de varas, otro
de lanza o un carro al porte con tres
caballos y el burro. Incluso hizo una
galera “en la que se puede montar un
niño de cuatro años”. Cada miniatura
tiene todo lujo de detalles. Se ve la toza,
el manillero de arar, el común, la vara
de gavilanes, la excusa de pleita para la
merienda, el cabezón, el horcate sobre
la collera, las estevas…
Cuando llegaron a nuestra redacción,
Julián y Dolores hablaban con emoción
de La Solana. Una constante cada vez
que atendemos a solaneros que vuel-
ven a su tierra por alguna razón: fies-
tas, celebraciones familiares, funerales
o simplemente porque necesitan ver de
nuevo la cuativadora estampa de nues-
tra torre en lontananza.*