Gaceta de La Solana
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Colaboraciones
Carros de antaño
Julián Sánchez-Ajofrín lleva más de medio siglo en Riudoms y guarda con celo miniaturas
hechas con sus propias manos.
A
urelio
M
aroto
G
ACETA no quiere perder, y no
lo va a hacer, el contacto con los
solaneros del éxodo. Aquellos
que por diferentes avatares abandona-
ron su patria chica en busca de otros ho-
rizontes, pero sienten La Solana como
el que más. Nos encanta saber de ellos
y contar sus pequeñas historias. Como
la de Julián Sánchez-Ajofrín Fernández,
que a sus 77 años lleva más de medio
siglo afincado en Riudoms (Tarragona),
una población que sigue hablando sola-
nero por sus cuatro costados.
Julián fue tractorista con Petronilo Ge-
naro y con Cruz Naranjo. Pero el tra-
bajo comenzó a escasear en La Solana,
se quedó parado y emigró a Riudoms
junto a su mujer, Dolores Díaz-Mala-
guilla Araque. “Nos casamos en La So-
lana (1966) y estuvimos una semana;
Carro de lanza con aperos
luego nos fuimos a Riudoms”. Él tenía
28 años, ella 27. Julián comenzó sien-
do albañil, aunque después recuperó
su profesión de tractorista en una coo-
perativa agraria de Botarell, un peque-
ño pueblo cercano. Cuando quebró, le
compró los dos tractores, los aperos, y
se echó por su cuenta. Así, hasta su ju-
bilación.
Pero la curiosidad de este solanero
emigrante es su afición a los carros en