Gaceta de La Solana
23
Entrevista
P: Volviendo a una visión global,
¿realmente hay tanto independentismo
como parece? ¿En qué medida?
R: El separatismo ha crecido de forma
exponencial. Entre la gente joven alcan-
za niveles severos, preocupantes. De paso,
las gallardías audaces también arrastran
la iracundia de los conversos que hacen
meritoriaje de proba catalanidad.
P: ¿Qué opinión te merece la cadena
humana independentista de la Diada?
¿Y también la concentración pro
española del 12-O?
R: Es un ejercicio de musculatura políti-
ca dirigido a llamar la atención del mundo
¡Los pobres y pacíficos catalanes no semere-
cen este Estado opresor!. La concentración
del 12-O fue un espejismo. No sé cómo reu-
nieron a tantos: Abrieron todas las tiendas!
P: En este sentido, ¿qué opinas de esa
“mayoría silenciosa” de la que
algunos hablan a menudo?
R: Pues que ante el cariz que van toman-
do las cosas habrá que empezar a guare-
cerse y pertenecer a ella. Allí no se entien-
den ni las gallardías audaces del Quijote ni
la socarrona ironía de Quevedo.
P: Por cierto, ¿cómo ve el nacionalismo
a personajes como Gasol, Boadella,
Caballé o Pedrosa, catalanes ilustres
que presumen de españolismo?
R: Con desprecio, como si de renegados
se tratara. Más o menos como yo veo a
los conversos de Andalucía, Extremadu-
ra, Murcia, La Mancha ó Aragón, que
a falta de pedigrí pregonan a los cuatro
vientos su condición de separatistas con-
vencidos.
P: Muchos defienden la famosa
consulta soberanista, incluso algunos
no nacionalistas. ¿Cuál es tu
posición? ¿Quién ganaría?
R: Algún partido de ámbito nacional
juega a ser Bolívar en Barcelona y Bis-
marck en Madrid. Difunde y confunde
con sus noticias contradictorias a la po-
blación ante un previsible plebiscito. Lo
pagaremos caro porque ganarían ellos,
los separatistas.
P: Entonces, ¿ves una Cataluña como
Estado soberano en un futuro?
R: Pasarán –espero- por diferentes fa-
ses; estado confederal primero; estado
libre asociado después… Confío que
Europa haya alcanzado para entonces la
unidad política y… la ¡madurez! ante el
grave desafío nacionalista que se vislum-
bra. Tampoco descarto que den el salto
al vacío.
P: Y a modo de curiosidad, ¿ves al
Barça jugando una liga catalana?
R: Estoy convencido de que orquesta-
rían un liga- mega-macro partido para
que -por presión mundial- el organismo
pertinente les dejara jugar en la liga
Francesa. (Son separatistas españoles, no
serían separatistas franceses)
P: Terminemos con un mensaje
positivo. ¿Cuál es tu receta para
corregir toda esta deriva,
si es que la hay?
R: No hay receta ni solución. La casta
política que nos ha traído a este desen-
cuentro… con el sentimiento de culpabi-
lidad de unos; las tibiezas y concesiones
vergonzantes de otros; y las ruindades y
debilidades de todos, no parirá nada que
los pare y conforme. Sólo una Europa,
avisada, inflexible y tajante, puede evi-
tarlo… y no lo hará!. *
Jesús Velacoracho en los estudios de Radio Horizonte durante la entrevista.
