Gaceta de La Solana
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Educación
Nemesio de Lara participó en la gala del aniversario
La fiesta de convivencia congregó a mucha gente
Aniversario de un colegio emblemático
El CEIP Romero Peña cumplió y celebró sus bodas de oro
E
l teatro "Tomás Barrera" escenifi-
có los cincuenta años de vida del
colegio Romero Peña, hoy en día
el más grande de La Solana. Antiguos
profesores, alumnos y representantes de
los padres participaron una velada que
mezcló recuerdos, emociones y alguna
lágrima. Dos antiguos directores, Ne-
mesio de Lara y Julián Simón, rememo-
raron algunas anécdotas y reivindica-
ron la figura de los que ya no están, por
ejemplo el recordado Nicolás Padilla. El
deportista más grande que ha dado La
Solana, Antonio Serrano, también fue
invitado a intervenir como alumno que
fue del Romero.
La semana siguiente, cientos de perso-
nas repitieron la historia del año pasado
en el II Encuentro Intergeneracional,
que volvió a reunir a antiguos alum-
nos, maestros y resto de la comunidad
educativa, de ayer y de hoy, en torno a
una fiesta de convivencia celebrada en
el mismo patio del centro. A ritmo de
música y mientras los profesores hacían
las veces de camareros, varias genera-
ciones se mezclaron con el único fin de
rememorar viejos tiempos y celebrar
los 50 años de vida del colegio en el que
vivieron sus años mozos. De paso, se re-
caudaron fondos para el Proyecto Lydia
y la Asociación Alas de Papel. Los actos
conmemorativos también incluyeron
una exposición.
*
De Utrera Molina
a Romero Peña
Fue a principios de los años 60 del siglo pa-
sado cuando apareció la Agrupación Escolar
Mixta nº 2 “Utrera Molina”, compuesta por
aulas ubicadas en el popular “Parterre”, y
otras en las “Camperas”, en las que ya fi-
guraba una placa de mármol en homenaje
a don Julián Romero Peña. En esta barria-
da seguían activas las antiguas “escuelas
unitarias de la calle Alhambra”, que fueron
absorbidas el curso siguiente por la nueva
Agrupación.
En el curso 1964-1965, y como homenaje
a la figura de don Julián Romero Peña, por
aquel entonces ya desaparecido, la Cor-
poración Municipal cambiar el nombre de
Utrera Molina, por el de ROMERO PEÑA.
Dos cursos más tarde se le agregan nue-
vas aulas, situadas en la calle Concepción.
El núcleo inicial fue creciendo, llamándose
por aquel entonces Graduada Escolar Mixta
“Romero Peña”.
A principio de los 80 se empieza a construir
en el Parterre un nuevo aulario, donde se es-
colarizaron a los alumnos y alumnas de las
viejas Camperas y que, junto al construido
en los antiguos depósitos de agua, permitió
a mediados de esa década trasladar a los
alumnos de la calle Concepción a las nue-
vas instalaciones, unificando en el mismo
espacio todos los edificios del Romero Peña.