Gaceta La Solana Nº245 - page 26

Gaceta de La Solana
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Cultura
Aurelio Maroto rescata la historia de nuestras hoces
Publicó su primer libro, titulado “La Solana y las hoces. La Barcelona de La Mancha”
G
abriel
J
aime
“Era necesario rescatar la his-
toria de nuestras hoces”. El
periodista y redactor-jefe de
esta revista, Aurelio Maro-
to, resumió así la génesis de
su primer libro “
La Solana y
las hoces. La Barcelona de La
Mancha
”, un volumen de in-
vestigación sobre la vida y re-
percusión de esta industria a
nivel local, durante más de un
siglo santo y seña de La Sola-
na, y su proyección en España
y en el mundo como centro
neurálgico que fue, y todavía
sigue siendo. También es un
homenaje a aquellos herreros.
El ejemplar forma parte de las
becas de investigación de la
FundaciónHistórico-Cultural
“Paulino Sánchez”, en colabo-
ración con la Diputación.
Han sido dos años de traba-
jo reflejados en 16 capítulos y
más de 230 páginas. El autor
equilibró la escasa bibliografía
encontrada con numerosas
entrevistas a herreros y fabri-
cantes ya retirados, así como a
familiares de otros ya falleci-
dos. Nieto e hijo de herreros,
al morir su padre, Aurelio
Maroto Palacios, comprendió
que tenía que escribir sin de-
mora. “Nuestros hijos y nietos
tienen el derecho, y el deber,
de conocer y sentirse orgullo-
sos de lo que fue aquello”. *
María Jesús Romero publica su segunda novela
L
a solaneraMaría Jesús
Romero de Ávila Lara
ha vuelto a sacar a
pasear su pluma para escri-
bir un nuevo libro. Se llama
“Miedo a vivir por miedo
a morir”, una apasionante
obra a caballo entre la novela
negra, histórica y romántica.
Se puede encontrar online en
la sección de libros de la edi-
torial Amazon.
Se trata de su segunda no-
vela. La primera fue “Todo
por un sueño gastronómico”,
publicada en el año 2006.*
Gladiadores de fragua
Los herreros de hoces fueron gladiadores y su coliseo la fragua. Allí
peleaban todos los días, a golpe de martillo y de cincel, afilando en
el agua helada de la tolva y forjando junto a bocas del infierno. Por
ello se dejaron los pulmones, molidos entre el polvo de remolino y el
esmeril. Muchos murieron jóvenes, literalmente ahogados. Pero fue-
ron capaces de alimentar todos los campos y huertas de España y del
norte de África durante más de una centuria. Todos es TODOS, porque
La Solana poseía la mayor manufactura de hoces del país, que era
como decir la única.
“La Solana y las hoces” refleja situaciones, momentos, procesos,
evolución, vaivenes, competencias, pujanzas, decadencias… Intenta
explicar qué pasó y por qué pasó. Pero también rescata del ostracismo
no menos de medio centenar de marcas y etiquetas que lanzaron al
mercado tantos fabricantes y que crearon auténticas dinastías fami-
liares en torno a la hoz. Por cierto, que nadie olvide que todavía hoy se
hacen hoces en La Solana gracias a La Pajarita de Tomás Romero y La
Llave de Acisclo Reguillo. En Marruecos, Eladio Reguillo mantiene en
producción otra marca señera: La Langosta.
Momento de la presentación del libro La Solana y las Hoces.
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