Gaceta de La Solana
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Reportaje
“Confío que Europa
no nos deje solos”
GACETA ha querido conocer cómo piensa, y cómo siente, una familia ucraniana de La Solana cuando en su tie-
rra suenan tambores de guerra. Una guerra que podría salpicar a toda Europa, y quién sabe si más allá. Hemos
hablado con Ana Karpinska, que junto a su familia vive entre nosotros desde el año 2000. Aquí incluso nació su
hijo pequeño, Martin. Ella nos ha ayudado a entender mejor los porqués del conflicto entre su país y la Rusia de
Vladimir Putin, al que considera simplemente un dictador.
A
urelio
M
aroto
E
n junio de 1941 la Alemania nazi
lanzó la
Operación Barbarroja
,
es decir, la invasión de la Unión
Soviética. Hitler buscaba lo que llamaba
“espacio vital” para hacer posible su en-
soñación plasmada años antes en Mein
Kampf: la expansión aria hacia el este.
A costa de aniquilar al pueblo eslavo,
claro. Pero resulta que Ucrania, enton-
ces república soviética, recibió a los
invasores como libertadores cuando la
Wehrmacht pisó tierra ucraniana, en
septiembre. Y es que el pueblo ucra-
niano siempre destacó por su afán de
“No existe tanto prorruso
como nos hacen ver; la
inmensa mayoría nos
sentimos ucranianos
y no queremos volver
a otra URSS”
independencia respecto a Rusia. Hasta
que se dieron cuenta que los nazis no
venían a liberarles, sino a subyugarles
del mismo modo que lo estaba hacien-
do Stalin.
Sirva esta introducción para enten-
der que Ucrania siempre quiso ser
Ucrania, no Rusia. Ana Karpinska afir-
ma que todo ese sentimiento prorruso
en ciudades ucranianas que a menudo
aparecen en los medios con soldados
atacando instituciones públicas mien-
tras enarbolan banderas rusas, sólo
responde a la propaganda de las tele-
visiones controladas por Moscú. “No
existe tanto prorruso como nos hacen
ver; la inmensa mayoría nos sentimos
ucranianos y no queremos volver a
otra URSS”.
Punto estratégico
La mecha se ha encendido en Crimea,
península con soberanía ucraniana
