Gaceta de La Solana
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Cartas al director
El libro “La Solana y las Hoces”
E
n primer lugar, me
siento en la obligación
de manifestar pública-
mente mi más sincera gratitud
y reconocimiento a nuestro
paisano y conocido de todos,
Aurelio Maroto. Te doy las
gracias por tu gran trabajo de
investigación acerca sobre las
hoces y los herreros de La So-
lana, pues podemos presumir
porque este oficio se ha desa-
rrollado principalmente en
nuestro pueblo.
Soy nieta, hija, sobrina y her-
mana de tan noble oficio (me
siento muy honrada de todos
mis antepasados paternos). Re-
cuerdo la fragua en mi casa, la
horna para forjar, la cizalla de
cortar acero, el ruido del mar-
tinete, el martillo y el cincel de
dentar, el cajón de serrín para
enciscar, las ruedas de remolino
para afilar, el empuñado, las vi-
rolas, el barnizado y el liado, el
embalado… Eran las hoces que
fabricaba mi padre, Paco Mar-
quitos, hermano Ramón y mi
inolvidable Julián.
No voy a entrar en fechas,
detalles o evolución, pues has
sido tú, Aurelio, quien te lo has
trabajado siguiendo el rastro
de tantos y tantos fabricantes,
visitando a tantos herreros y
familiares de herreros, como es
mi caso. Has recopilado desde
que se recibía el acero en las fra-
guas hasta el complejo proceso
de producción, que tú tan bien
conocías como nieto e hijo de
herreros. Gracias por haberlo
plasmado para siempre. Si no
hubiera sido por esta buena y
trabajada idea, hubiera queda-
do olvidado y no reconocido
como lo que fue: uno de los
grandes motores que sostuvo y
dio un gran empuje a la econo-
mía de La Solana.*
Baldomera Santos-Olmo
Serrano de la Cruz
Ética y fútbol: FF La Solana
D
e la nada, no sale nada.
No nacemos médicos,
ni bomberos, ni malos
o buenos… Todo es cuestión de
educación, y la educación –re-
cuerda Aristóteles- es dolor. En
su celebérrima “Política”, nos
dijo que el ser humano, sin edu-
cación, es el más impío y glotón
de los animales. Los valores éti-
cos se aprenden en sociedad. La
educación democrática es un
derecho y un deber de todos, y
el deporte, el auténtico deporte,
es una escuela de valores éticos
necesarios para toda sociedad,
sobre todo si es democrática. La
democracia no se regala. Nece-
sita de la participación en pie de
igualdad de todos, ha de ser cui-
dada y mimada, con altruismo.
La transparencia más radical, la
ausencia de privilegios chabaca-
nos, licenciosos y casposos, la
inexistencia de sinecuras, nepo-
tismos y otras corruptelas, ayu-
darían a la participación y vin-
culación ciudadana con nuestro
sistema político.
Nuestro club de Fútbol Feme-
nino La Solana es un ejemplo de
esos valores éticos y democráti-
cos. La actitud de sus jugadoras
(cada una con su personalidad,
su estilo y su técnica) es digna de
elogio y ejemplo a imitar. Se las
ve involucradas en un proyecto
común. Basta verlas en los en-
trenamientos y en los partidos.
Se esfuerzan al máximo, juegan
en equipo, sin egoísmos indivi-
dualistas, sin servidumbres y, al
igual que los enkrates griegos,
ponen los intereses del equipo
por encima de los propios. To-
das corren, todas participan,
ninguna se reserva. Sólo con
ello sería suficiente para ganar
mi apoyo. Pero, además, juegan
como los ángeles, con calidad,
garra, tesón y deportividad,
concentradas en el partido. Y
por si fuera poco, también se
divierten.
Son un equipo, son amigas,
son solidarias y el logro es su
motivación. ¿Alguien da más?
Es de justicia reconocerles el
mérito, y los aficionados al fút-
bol, al buen fútbol, están tardan-
do (salvo honrosas excepciones)
en hacerlo ¿O es que las pena-
lizáis por ser mujeres?... y dijo
Kant: “Sapere Aude”.
Victoriano López de la Reina
Romero de Ávila
Construir Europa
E
l 25 de mayo vamos a
decidir sobre la viabi-
lidad de la sociedad
europea, entendida al modo
orteguiano como “un conjun-
to de individuos que mutua-
mente se saben sometidos a la
vigencia de ciertas opiniones
y valoraciones”. Han quie-
nes han decidido plantear las
elecciones como un ataque a
estos valores que constituyen
la esencia del proyecto euro-
peo. Son los radicales, los ex-
tremistas que pretenden im-
poner, no un modelo nuevo,
sino la vuelta a los modelos
que antaño sembraron Euro-
pa de miseria y desolación.
Frente a ellos, estamos los
partidarios de la integración
europea, convencidos de sus
beneficios prácticos.
Ahora bien, resulta difícil
pensar en un Estado supra-
nacional europeo partiendo,
como el Partido Socialista,
del cuestionamiento del Es-
tado español –concepto dis-
cutido y discutible, según el
propio Rodríguez Zapatero-,
en lugar de entenderlo como
lo que es: una realidad histó-
rica con un proyecto común,
que habrá de converger junto
a las demás naciones de Eu-
ropa en un espacio de con-
vivencia compartido. “No lo
que fuimos ayer, sino lo que
vamos a hacer mañana juntos
nos reúne en el Estado”, decía
Ortega. Las naciones se for-
man y viven de un programa
para el mañana, y la falta de
éste actúa sobre la moral de
los individuos, quitándoles el
entusiasmo para el trabajo y
la conciencia ética.
El proyecto de construcción
europea ha sido recurrente-
mente cuestionado, aduciendo
un “déficit democrático” en las
decisiones que han dado lugar
a las instituciones comunita-
rias de hoy. Afortunadamente,
la situación ha evolucionado
hasta alcanzar el Parlamento –
institución europea democrá-
tica por excelencia- verdadero
poder de decisión, actuando
junto al Consejo y la Comi-
sión sobre temas tan relevan-
tes como la Política Agraria
Común. Por eso ahora, por-
que aquí se decide el devenir
de las naciones europeas,
las elecciones al Parlamento
europeo cobran vital impor-
tancia.
Desde el Partido Popular,
sólo nos queda invitaros
a construir Europa apor-
tando nuestro particular
punto de vista, necesario e
insustituible.
Partido Popular
de La Solana
