Gaceta La Solana Nº245 - page 14

Gaceta de La Solana
14
Reportaje
El coleccionista de radios
Antonio Sánchez-Ajofrín guarda 260 radios antiguas en su casa de Riudoms, donde vive desde hace 50 años
A
urelio
M
aroto
N
o es inusual conservar alguna
radio antigua en casa. A me-
nudo, se trata de aparatos del
abuelo de turno, al que perfectamen-
te podemos recordar sentado junto a
la lumbre oyendo “el parte”. En onda
media, y onda corta, muchos escucha-
ban Radio París de forma clandestina,
en tiempos donde hacerlo podía tener
consecuencias poco agradables si se en-
teraba la autoridad.
La mayor parte de aquellos
mamotre-
tos
de madera duermen el sueño de los
justos. Y los que han sobrevivido lucen
como adornos, entre curiosos y boni-
tos, sobre algún mueble, la mayor parte
inservibles como transistores. Sin em-
bargo, todavía queda quien se dedica a
rescatarlos de una desaparición casi se-
gura, haciendo que luzcan como nuevos
y funcionando. Es el caso de Antonio
Sánchez-Ajofrín Fernández, solanero
afincado en Riudoms desde hace medio
siglo. En una cochera apila la friolera de
¡260 radios antiguas! Todas relucientes.
Todas en función. Es un museo en el
más amplio sentido de la palabra.
Antonio emigró a Riudoms (Tarrago-
na) en el año 1964. Julián, su padre, era
agricultor, pero buscaba un porvenir
mejor para su familia. Se marchó con
su mujer, Elvira Fernández, y su media
docena de hijos. Se fueron ubicando en
la construcción.
La afición nació en Francia
Curiosamente, Antonio acabó casán-
dose con una mujer oriunda de La Sola-
na, Luisa Gómez-Pimpollo Gertrúdix, a
la que conoció a través de unos familia-
res que vivían en Francia. Y fue allí, al
otro lado de la frontera, donde arrancó
su afición por las radios antiguas. Hace
16 años, vio que un primo suyo tenía
una FM (la Frecuencia Modulada llegó
a Francia antes que a España), aunque
rechazó vendérsela. Pero un día, su pri-
ma le hizo un regalo muy especial: esa
radio. Ahí comenzó todo. “Cada vez
que viajaba a Francia (cosa que hacía
con frecuencia) compraba aparatos en
tiendas de antigüedades y mercadillos”.
Todas las radios son de madera, mu-
chas de baquelita, y todas están perfec-
tamente restauradas y se escuchan. Él
mismo las arregla, “las barnizo y repon-
go los circuitos para que se puedan oír”.
Las más antiguas datan del año 1934.
Tiene una docena. Las más modernas
con del año 1960. No se plantea poner-
las a la venta.
Radios y también motos
Antonio Sánchez-Ajofrín también
siente pasión por las motos antiguas y
clásicas. Tiene 9 y a pleno rendimiento.
“Un señor de Lérida llegó con 8.000 eu-
ros en la mano para venderle una Ossa”.
Se negó. No piensa desprenderse de
ellas. También tiene Bultaco, Motesa y
Vespa. Eso sí, todas aseguradas, “suelen
entrar a robar en las masías y hay que
tener cuidado”.
Aunque lleva medio siglo fuera de su
patria chica, Antonio se siente solanero
por los cuatro costados. A sus 64 años y
ya jubilado, suele volver en cuanto puede,
“casi siempre voy para el Ofrecimiento”.
Por cierto, mantiene una excelente rela-
ción con la amplia colonia solanera en
esta localidad catalana. “Tengo contacto
con muchos paisanos aquí”. Ser de La So-
lana se lleva bien dentro. *
Antonio Sánchez-Ajofrín con su radios antiguas al fondo.
1...,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13 15,16,17,18,19,20,21,22,23,24,...44
Powered by FlippingBook