Gaceta de La Solana
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Colaboraciones
El Campo de Montiel
y la Orden de Santiago
E
l dominio santiaguista en el Campo
de Montiel se debe al pasado me-
dieval y al papel que jugaron en la
misión reconquistadora y repobladora de
la cristiandad y, básicamente, de esa zona
de frontera que se extendía entre el valle
del Tajo y la depresión del Guadalquivir.
La conquista y poblamiento de estos es-
pacios dio lugar a la implantación de un
régimen señorial, característico en la zona,
donde el señor titular era este instituto mi-
litar: la Orden de Santiago.
El espíritu de las cruzadas, mezclado con
los ideales caballerescos, origina en el si-
glo XII una verdadera “milicia profesional”
que pronto administrará amplios territorios
como el nuestro. El dominio santiaguis-
ta en Castilla se articulaba en torno a la
Encomienda y el Priorato de Uclés y así
continuaría en el futuro, hasta que nueva-
mente se desplace la cabecera a Segura
de la Sierra, tras la conquista castellana
de las tierras del norte de Jaén, a partir
de 1235. Al año siguiente de la victoria de
las Navas de Tolosa (1212) tuvo lugar la
campaña real por el Campo de Montiel y la
Sierra de Alcaraz, con lo que estas tierras
quedaban abiertas a nuevos señoríos y a
la explotación de sus extensos pastizales.
Así, en 1227 se hace donación de los cas-
tillos de San Pablo y Montiel a la Orden,
en 1235 comienza a gurar la encomienda
de Montiel y en 1242 la de Alhambra. En
1293 se concede villazgo a Fuenllana, en
1421 a la Moraleja, en 1463 a La Solana,
en 1481 a Villanueva de los Infantes, que
cambia este nombre por el de la Moraleja,
y en 1573 se produce un hecho decisivo,
la Vicaría de Montiel se traslada a Infantes,
entre otras por razones demográ cas, ha-
biendo estado también anteriormente en
Membrilla.
Territorio en expansión
El Campo de Montiel será así un territorio
en expansión condicionado por su vincu-
lación a la Orden de Santiago, favorecido
por papas y reyes. Una de sus consecuen-
cias será el triunfo de las ‘iglesias propias’,
independientes respecto de las autorida-
des eclesiásticas tradicionales.
Impulsados por el favor de los monar-
cas y por la evolución del territorio cas-
Clemente Plaza, Cronista O cial de Infantes
Mapa del Campo de Montiel histórico, donde
ya aparece La Solana
tellano, comienza a producirse el cre-
cimiento de nuevas villas y aldeas, que
recibirán a los miembros de la mediana
nobleza, secundados por los campesinos
más ricos de los alrededores. Los conce-
jos y la pervivencia de las antiguas enco-
miendas traerán una importante cantera
de cargos y honores. Esto exigirá nuevas
necesidades constructivas, levantándose
los primeros edi cios públicos de interés:
pósitos, casas de encomienda y templos
parroquiales.
En el orden interno, el Maestre de San-
tiago promovió la repoblación de ciertos
lugares de su señorío por medio de cartas
pueblas, precedidas en ciertos casos por
contratos agrarios colectivos con con-
diciones favorables para el asentamien-
tos de pobladores a cambio trabajos de
acondicionamiento del terrazgo y laboreo.
Se conoce el caso en donde el Prior de
Uclés ofrecía a los pobladores acceder a
la propiedad de la mitad de las viñas plan-
tadas, a cambio de una renta equivalente
a la sexta parte de la cosecha, siempre
que el poblador realizara puntualmente las
labores anuales acostumbradas: plantave-
rint, discavent, putent, cavente et vinent ,
(plantar, cavar, podar, recavar y vendimiar).
Superada la crisis de mediados del siglo
XIV, el poder y autoridad del Maestre se
incrementó, así como los recursos de la
Mesa Maestral. Precisamente, el Maestre
don Enrique de Trastámara, infante de Ara-
gón, hijo de Fernando I de Aragón, cono-
cido como ‘el de Antequera’, desarrolla los
Establecimientos y Leyes Capitulares de
1440, el más importante cuerpo legislativo
de la Orden de Santiago.
El topónimo Campo de Montiel se asienta
en 1353 cuando se crean el Común de La
Mancha y el Común del Campo de Montiel,
que se con rma en Membrilla en 1351, este