Gaceta de La Solana
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Entrevista
“La música es un bien impagable por el
que ya nadie paga”
Pedro Reguillo vive feliz su nueva etapa como músico más anónimo tras su cada vez más le-
jana notoriedad con La Cabra Mecánica. Su pueblo natal continúa siendo una referencia vital
para él. GACETA se ha acercado al gran músico solanero.
A
urelio
M
aroto
L
os seguratas no daban crédito
cuando vieron a una monja saltar
la valla y correr en busca de sus
ídolos. Esa noche soriana tocaba “La
Cabra Mecánica” y el auditorio reven-
taba. Pero sor María Eugenia, audaz
como ella sola, no buscaba ningún tó-
tem del escenario, sólo quería saludar a
su paisano, vecino y amigo Pedro. Una
“angelical” anécdota. Eran los tiempos
álgidos de aquella banda que irrumpió
fuerte en el paisaje musical español de
finales de los noventa y dominó con
puño de hierro las listas de éxitos en el
alumbramiento del nuevo siglo. Su ba-
jista era Pedro Javier Reguillo García,
“Perico” para los allegados y todo un
personaje en su pueblo natal, La Sola-
na. Antes de firmar autógrafos a Bisbal,
Chenoa y Cía., antes de que su nombre
fuera coreado por decenas de miles de
fans, mucho antes de todo eso, Pedro
Reguillo ya era un músico de raza. Tan
inquieto como sociable, tan rebelde
como sereno, tan trasto como ingenio-
so, nos encontramos ante un líder natu-
ral, inteligente, heredero de la inventiva
de su abuelo Eladio. Gran conversador,
seduce por su forma de ser. Va de lo que
es, y se agradece. GACETA le debía un
reportaje acorde a su dimensión artísti-
ca y a su ejecutoria profesional. Es opi-
nable si nos encontramos ante el mejor
músico que ha parido La Solana, pero
no es cuestionable que ha sido el que
más éxito ha alcanzado.
Tal vez muchos recuerden, aún, a ese
Reguillo adolescente, sagaz imitador de
personajes locales, siempre desde el res-
peto, y músico precoz. Tal vez no sepan
qué logotipo asoció al primer grupo
musical que creó en La Solana, de nom-
bre Scanner ¡Una manzana mordida!
¿Les suena? Mucho antes de que Apple
la hiciera mundialmente conocida, cla-
ro. Qué cosas.
Reguillo en pleno ensayo