

Gaceta de La Solana
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Reportaje
La protectora tiene más de 60 perros a su cargo
tados conviviendo en espacios muy
reducidos” –lamenta Eva María-. El al-
calde se comprometió a estudiar cómo
ampliar las instalaciones y a cambiar los
filtros del agua tras una reunión mante-
nida hace pocos días. “El Ayuntamiento
colabora con nosotros”, -nos cuenta-.
Los voluntarios crean grupos de ma-
nadas para sacarlos a pasear y quitarles
esa sensación de estrés y desasosiego
los martes y sábados, e incluso muchos
domingos. La tarea también abarca su
limpieza y alimentación.
Eva María afirma que “el abandonos de
perros en La Solana supera al de muchas
localidades limítrofes; es brutal el mal-
trato que existe aquí”. Este mes llegaron
ocho nuevos cachorros, a otros perros
los dejan atados a la verja y algunos los
arrojan directamente por encima de la
valla. La voluntaria recuerda un caso de
maltrato extremo que llevó el Seprona.
“Multaron al dueño de una perra que
la tenía pariendo entre alquitrán y con
los cachorros tirados por el campo”. Por
desgracia, han visto casos de exagerado
maltrato animal. “Un pastor nos trajo
un perro sin ojos, cojo y brutalmente
agredido”.
En el mejor de los casos, algunos anima-
les son “cesados”, que es cuando el due-
ño ya no lo quiere porque ha crecido,
no tiene donde cuidarlo o simplemente
se ha cansado de él. En ese momento lo
lleva a la perrera. “Pagan 30 euros y se
olvidan de ellos”. Los voluntarios tam-
bién recogen a perros abandonados por
las calles.
Lo primero que hacen cuando llega un
nuevo inquilino es apartarlo a una ha-
bitación, ponerlo en cuarentena y ver su
evolución. Tras la consulta con el vete-
rinario, Rafael Pérez Corrales, recibe un
tratamiento -si lo necesita- ó pasa di-
rectamente con los demás si está sano.
Por regla general, los animales son bue-
nos, excepto uno de presa que tuvieron
que llevar a un educador canino por su
agresividad. “Lo más fácil hubiera sido
sacrificarlo, pero aquí eso se ha termi-
nado”, dice Eva María-.
Las redes sociales son el mejor escapa-
rate para mostrar la variada carta de
animales de que disponen. “Cada vez
hay menos adopciones en La Solana y
la mayoría de los perros se marchan a
otros lugares de España, incluso a Ale-
mania”. Adoptar un perro aquí llevaría
un coste de 60 euros en concepto de
chip, vacuna y desparasitación, como
obliga la ley. Cualquier propietario
está obligado a censarlo en la Oficina
de Agricultura del Ayuntamiento. La
ausencia del chip puede acarrear una
sanción que oscila entre los 50 y los
3.000 euros. ADEPA también tiene
casas de acogida. Cualquier persona
puede colaborar con el cuidado de ca-
chorros, perros enfermos, etc. Le darían
cobijo hasta su adopción definitiva.
Aunque desean aumentar el número
de socios, también hay otras formas de
ayudar a ADEPA a través de Teaming,
un novedoso sistema de microdona-
ciones por el que se destina un euro de
cada nómina a proyectos sociales, en
este caso a ADEPA La Solana. También
se pueden hacer donaciones vía Inter-
net, que sirven para pagar medicamen-
tos y otros productos básicos.
Durante nuestra entrevista con Eva Ma-
ría, sale a relucir el nombre de María
Bravo, la persona que ha dado un nuevo
rumbo a la asociación. Fue quien ins-
tauró el día del voluntario y de sacar a
los perros a pasear, entre otras cosas. Su
facebook (Mari Bravo Adepa La Solana)
sirve de lanzadera para muchos perros
que buscan un nuevo hogar. También
ha sido de gran utilidad para encontrar
perros perdidos.
Es obligado el reconocimiento a este
colectivo a través de las páginas de
GACETA. Si el perro es el mejor ami-
go del hombre, ADEPA es el mejor
amigo de ellos. *