Gaceta de La Solana
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Colaboraciones
Un garbeo por los apellidos de La Solana (II)
P
or
J
esús
V
elacoracho
B
riones
M
ás del 30% de los apellidos
solaneros son villanos, autóc-
tonos y compuestos
in situ
, es
decir, impostados -sin nobleza- y for-
mados por el añadido de aclaración o
por la unión de dos apellidos más sim-
ples y propios del lugar.
Si para muestra, dicen, vale un botón,
¡qué no valdrán los 46 apellidos –con
alcuña de aclaración, amén de los com-
puestos- obtenidos del universo estudia-
do sobre 153 entresacados del padrón
municipal! El repertorio que paso a enu-
merar alcanza, aún hoy, en sus diferentes
ramas, a casi todas las familias del pueblo;
y además, queda como testimonio per-
durable del forzado sistema implantado
durante largo tiempo en la regulación y
concierto de los matrimonios. Casi todos
ellos regidos para la conservación intacta
de los mayorazgos; aunque las más de las
veces se guiaran por el interés económico
entre los contrayentes, hijos de labrado-
res de similar fortuna y linaje:
Ángel-Mo
reno
Díaz de los Bernardos
Díaz-Cacho
Díaz-Cano
Díaz-Madroñero
Díaz-Malaguilla
Díaz-Roncero
Fernández-Mayoralas
García-Abadillo
García-Cervigón
García de Dionisio
García-Mascaraque
García de Mateos
García de la Reina
García de Tomás
García-Uceda
García-Valenciano
Gómez-Pimpollo
Gómez-Roso
González-Albo
López-Alcorocho
López del Castillo
López de la Isidra
López-Milla
López de la Osa
López de la Reina
López de la Vieja
López-Villanueva
Mateos-Aparicio
Mateos de la Higuera
Martín-Albo
Martín de las Mulas
Martín-Zarco
Moreno-Arrones
Rodríguez-Brusco
Rodríguez-Rabadán
Romero de Ávila
Romero-Nieva
Ruiz-Peinado
Ruiz-Santa Quiteria
Santos-Ajofrín
Serrano de la Cruz
Santos-Olmo
Santos-Orejón
García-Catalán
García de Mora.
Largo muestrario en el que Romero de
Ávila resulta, con diferencia, el apellido
más repetido y numeroso de todos los
registrados en la Villa.
Si larga es la retahíla de apellidos con
añadido de alcuña, y compuestos sola-
neros, no le va a la zaga el número de
topónimos mayores que aparecen en el
registro municipal; sin duda, motivado
ser territorio de repoblación tras la re-
conquista cristiana sobrevenida por la
victoria de las Navas de Tolosa en 1212.
El repertorio, muy numeroso, docu-
menta la filiación de individuos pobres o
de ventura y a segundones de familia, que
añadieron a su nombre o apodo el de su
lugar de origen. Con el añadido cualita-
tivo de algunos infanzones e hidalgos de
conquista que acudieron a la llamada de
las ventajas que les otorgaban las Cartas
Pueblas de Alhambra, Montiel y Eznave-
jor; procedentes en su mayoría de la vieja
Castilla, del ribereño reino de Aragón y
de las tierras riojanas y vasco-navarras.
En el próximo número explicaré el
origen de cada apellido.*
(CONTINUARÁ)
