GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 297

Gaceta de La Solana 75 Nuestra Historia ayuntamientos del mes de marzo se trata de la cerca de la villa, dejando sólo tres puertas y dos postigos, y de encargar a un maestro de hacer tiros (cañones de artillería) que hiciera todos los que pu- diera, aparejando la pólvora y metra- lla necesaria, para que la villa estuviera siempre al mejor recaudo posible. Caño- nes que fueron importantes en la defensa del castillo de Manzanares ante un ata- que comunero desde Membrilla. El día 2 de abril la gente solía ir en pro- cesión a San Antón, probablemente para festejar a San Francisco de Paula, el otro santo ermitaño fundador de los herma- nos Mínimos, pero el día antes se pro- hibió “esto por escusar algún danno que pudiera benyr”, permitiéndose que la pro- cesión llegara sólo hasta San Sebastián. El 13/4/1521, se informa del común celebra- do en Infantes, donde se trató de nuevo del conde de Paredes que se recibiría por gobernador de la tierra, “en la manera que agora están de comunydad y que de otra manera non se reçebiese”. Igualmente se asentó en dicho común “que si alguna bi- lla destas questán en comunidad tobiere nezesidad de socorro de gente, que las otras billas le socorran dela terçia parte dela bezendad que la tal billa tobiere”. Mientras tanto la guerra se había re- crudecido al sur de Toledo entre el prior de San Juan y el obispo Acuña, el líder comunero más popular después de Padi- lla, al que Madrid dedicó una corrida de toros cuando fue aclamado por arzobispo de Toledo; ambos ejércitos atacarán villas y lugares contrarios y se enfrentarán entre sí como ocurrió en El Romeral, siendo el episodiomás trágico el ocurrido enMora, donde murió gran cantidad de habitantes que se habían refugiado en la iglesia. Pro- bablemente Acuña pidió tropas al Campo de Montiel, esa sería quizás la causa “del camyno que fizo al obispo” el procurador solanero Diego de Antequera, al que en el ayuntamiento del 26/4/1521 se acuerda pagar por dicho trabajo, a razón de dos reales y medio por jornada. También se acordó ese día que la iglesia se rompiera por algunas partes para hacer troneras, pensando seguramente en colocar caño- nes para la defensa. El siguiente ayuntamiento se celebró en la plaza el 30/4/1521, en él no figu- ra por primera vez García de Salazar, la noticia de la derrota comunera de Villalar del día 23 y el ajusticiamien- to de Padilla, Bravo y Maldonado al día siguiente, hace que Villanueva de los Infantes convoque común para el 1/5/1521 en Fuenllana. Los alcaldes, al- guacil, regidores y jurados nombraron tres procuradores para ir al común con las siguientes instrucciones: “...que si caso fuere que las billas dela Membrilla e Billa Nueva e Fuenllana se quisieren reduzir en servycio de su maxestad, abnque enla encomyenda ma- yor [Torrenueba] no se reduzca, que los dichos procuradores den boto por esta bi- lla de azer lo mysmo de se reduzir y esto que sea por la mano del conde de Pare- des, y si fuere nezesario enbiar los procu- radores o alguno dellos al dicho sennor que les den facultad para ello. Las cosas que an de sacar son las si- guyentes: que si algún heror se yço o co- metió en se poner en comunidad que se les perdone por su maxestad. Que no los demandarán ny repartirán xente para la guerra, ny los hecharán tributos ny derramas para ello ny por Billa Nueva cosa. Que les darán juez a contento deste partido. Que no los pornán servyçios de xentes contra la boluntad del pueblo, e que para ello se tomara toda seguridad”. Tras la derrota de Villalar las ciuda- des abandonaron la lucha, sólo Toledo alentada por María Pacheco, viuda de Juan de Padilla, se mantendría firme unos meses más. La Solana no cons- ta que sufriera daño alguno durante la guerra, aunque la comunidad formada en el Campo de Montiel limitaba con zonas leales al rey, Alcaraz y los campos de San Juan y de Calatrava; no fue una comunidad agresiva oficialmente, sólo consta el ataque a Manzanares y el reco- rrido de una fuerza interior comunera que atacó Terrinches, Montiel y saqueó La Ossa y probablemente tuvo que ver en el ataque a Manzanares, sin cono- cerse la fecha exacta de tal correría. Los intereses del gobernador de Calatrava, don Hernando de Córdoba, estaban en mantener todo su campo al servicio del rey, impidiendo cualquier intento de comunidad, actuando también de me- diador con la del Campo de Montiel, los requerimientos que le hacían los gober- nadores del rey eran para que aportara tropas al prior de San Juan, don Anto- nio de Zúñiga, el jefe militar que tenía por objetivo principal luchar en la zona de influencia de Toledo aunque, por la propia situación de guerra, se podían producir ataques de gente armada que actuaban con cierta independencia. Tras la guerra hubo condenas y con- fiscación de bienes de los inculpados, las que hizo Gómez Mejía de Figueroa en el Campo de Montiel, sierra de Segu- ra y bailía de Caravaca, fueron perdona- das el 18/7/1529, gracias a la gestión del obispo de Zamora, Guevara y el tesore- ro Alonso Gutiérrez de Madrid (4). Y e1 1/11/1522, en la plaza Mayor de Valla- dolid, junto a la puerta del convento de San Francisco, el rey Carlos I, rodeado de grandes señores y los miembros de su Consejo, concedió un perdón gene- ral del que fueron exceptuados 293 co- muneros, leído por su secretario López de los Cobos y que repitieron a grandes voces dos reyes de armas (5). Notas: 1. Gómez Vozmediano, Miguel Fernando (coord.). “Castilla en llamas: La Mancha comunera”, Almud, Ciudad Real, 2008. Pag. 26. 2. La información sobre los ayuntamientos solaneros, proviene del libro de Ejecu- torias. Archivo Municipal de La Solana, signatura 1534. 3. Campos y Fernández de Sevilla, F. Ja- vier. “Los pueblos de Ciudad Real en las Relaciones Topográficas de Felipe II”, Imprenta Provincial, Ciudad Real, 2009. Pag. 576. 4. Gómez Vozmediano, Miguel Fernando, op. cit., pag. 183. 5. Archivo General de Simancas. PTR, LEG, 4, 63. Placa de cerámica en la calle Cárcel Vieja.

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