GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 297

Gaceta de La Solana 74 Nuestra Historia J esús R omero de Á vila G onzález -A lbo L as Comunidades en la corona de Castilla, o guerra de las Comuni- dades como también se le deno- mina, se produjeron en los años 1520 y 1521 como respuesta a los excesivos impuestos del nuevo rey, la concesión de cargos a extranjeros, el traslado de la corte fuera de España con su consi- guiente impacto negativo en la econo- mía y el empleo castellano, como señaló la propia ciudad de Toledo, líder del movimiento comunero, salida de di- nero fuera, etc. Afectó principalmente a Castilla la Vieja, aunque estuvo pre- sente, con mayor o menor intensidad en gran parte del territorio, no consti- tuyéndose comunidades en nuestra pro- vincia salvo en el Campo de Montiel, al parecer influenciado por las de Murcia y el adelantamiento de Cazorla (1), cir- cunstancia ésta reflejada en la relación dada el 25/12/1520 por el solanero en- viado al común del partido, celebrado el domingo anterior en Montiel, en el que el gobernador informó que se estaba creando una fuerza militar en Caravaca, Ceheguín y otras villas y lugares de su entorno, para venir al Campo de Montiel a hacer enmienda de los castigos hechos por él a los deservidores de su majestad de Terrinches y Albaladejo, y convertir el Campo en germanía como ellos (2). La primera referencia local al con- flicto se da el 24/8/1520, tres días des- pués de que se produjera el incendio de Medina del Campo, llevado a cabo por las tropas del gobernador Adriano de Utrech, y que motivó el aumento de la actividad bélica entre los partidarios de la Santa Junta comunera y los realistas. Ese día los alcaldes, alguacil y regidores hicieron ayuntamiento a concejo para jurar fidelidad a Carlos I, por orden del gobernador del partido Gomes Mejía de Figueroa. De los veinticinco presen- tes juraron todos menos el noble García de Salazar, pues lo consideraba innece- sario, ya que desde los quince años de edad siempre fue servidor de “sus alte- zas e le dieron de comer en este tiempo” , y así serviría a don Carlos con menos partido que otro señor le diere, dijo. De- bió ser un hombre experimentado que se acomodó a las nuevas circunstancias, no marchándose a Manzanares como hicieron otros (3), pues una vez en co- munidad fue el capitán de la villa, cargo que entonces significaba gobernador o primera autoridad y, de hecho, aparece- rá consignado en los ayuntamientos por delante de los alcaldes. El 28/12/1520 se confirma que se hizo el alarde con la gente apercibida a punto de guerra, como había manda- do el gobernador, pero a continuación se producen dos ayuntamientos con ninguna anotación de acuerdos, acor- dándose en el siguiente del 7/1/1521 enviar tres procuradores al nuevo co- mún convocado. En el ayuntamiento del 12/1/1521: “Este día platicaron los dichos sennores sobre que la billa está syn armas, ansí ofensibas conmo defenybas, y según el mobimyento ay en estos reynos y en las comarcas desta billa, ay mucha nezesydad dellas en la dicha billa” . Se de- cidió comprar picas, escopetas y cosele- tes y dada la urgencia de la situación, se tomó dinero prestado del depositario de las alcabalas para pagarlas; tratándo- se también sobre la propuesta hecha en el común de nombrar al conde de Pare- des como “capitán” de dicho común, lo que nos sugiere, como ocurrió en otras partes con las autoridades reales, que el gobernador había sido expulsado o se había marchado ante la mayor pujanza comunera en la zona. El 13/2/1521, en el ayuntamiento celebrado en casa del procurador Die- go de Antequera, aparece por primera vez García de Salazar escrito su nombre por el escribano Alonso García en pri- mer lugar, y con el añadido de “capitán”; además de citarse la convocatoria de un nuevo común en Montiel, se establece una vela nocturna continua en la torre, más una ronda nocturna y prohibicio- nes de portar armas o ir sin lumbre después de tocar la campana la ronda, metiéndose en la cárcel a los contraven- tores. Cárcel que será de nuevo citada el 10/3/1521 y en junio de 1531, desa- parecida cuando se construyó la nueva en la actual calle de la Torrecilla, pero que dejó su memoria dando nombre a una calle. El 17/2/1521 se platica sobre los acuerdos del común del día 15, en que se estableció un sistema de ayuda militar mutua entre las villas y lugares que “están en la santa comunidad”, en caso que “los contrarios” vinieren a “fa- tigar” alguna villa o lugar, debiéndose establecer en cada villa de mano de su capitán, una fuerza del 20% de su po- blación siempre apercibida para acudir en socorro. Igualmente se trató de las negociaciones con el conde de Paredes, los capítulos que tenían que enviarle las villas para que él los confirmara y envia- ra su gobernador y justicia. Pero el mes de febrero trae la guerra y el peligro al sur del Tajo, con la llega- da del obispo Acuña para administrar el arzobispado de Toledo vacante, y el nombramiento del prior de San Juan como capitán general del ejército realis- ta para hacerle frente. En La Solana se incrementan las medidas de seguridad, el 7/3/1521 se acuerda comprar más armas, cincuenta escopetas y cercar la villa con tapias, pues se “ve cada día aumentan los enojos del mundo”, escri- biéndose “a Ciudad Real sobre la gente que hacen”, ya que una vez dominado el movimiento comunero en Ciudad Real, dicha ciudad preparó tropas que se de- bió temer fueran destinadas a atacar el Campo de Montiel, aunque el aporte sí fue dirigido al ejército del prior de San Juan, don Antonio de Zúñiga. En otros La Solana y las Comunidades de Castilla (1520-1521) Escudo de los Salazares en la puerta principal de la ermita de San Antón.

RkJQdWJsaXNoZXIy NTEwODM=