Gaceta de La Solana
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Saluda
Queridas vecinas, queridos vecinos:
H
enos aquí de nuevo. Un año
más. Haciendo balance de lo
que ha ocurrido. Reflexionando
juntos sobre el camino recorrido. Planifi-
cando unidos la distancia que nos separa
del horizonte que anhelamos alcanzar.
Cada día estoy más convencido de que
nuestro querido pueblo tiene todas las
posibilidades que nos propongamos.
Nuestro sector agrario, ganadero y
nuestra industria agroalimentaria son re-
ferencia nacional e internacional. La via-
bilidad de las explotaciones está asegura-
da por la incorporación de tantos y tantas
jóvenes. Hemos aprendido a comerciali-
zar y a competir. Y la calidad-precio de
nuestros productos no tiene parangón.
El comercio, los servicios, las industrias
de madera, confección y construcción
(que algo repuntan), hoces, cerrajería
y forja, transporte, hostelería y restau-
ración, etc. acompañan perfectamente
nuestro desarrollo.
Me siguen preocupando las personas
que aún no tienen empleo. No podemos
permitir que la crisis (que todavía no ha
concluido) termine cronificando a una
parte de la población. Este esfuerzo ha de
ser colectivo y necesitamos de las empre-
sas para que creen puestos de trabajo.
Somos eslabones de una cadena indi-
soluble que se llama La Solana. Y nadie
puede permitir que se quiebren eslabones
que nos separen, Si juntos hemos llegado
hasta aquí, a pesar de las dificultades a lo
largo y ancho de nuestra historia y con la
generosidad y el desprendimiento de tan-
tos y tantas paisanas, a quienes por ciclo
vital nos toca continuar el legado, se nos
ha de exigir igualmente el compromiso y
la solidaridad de los unos con los otros.
En este dos mil diecisiete hemos conse-
guido proyectos de colectividad que nos
identifican. La urbanización de la prime-
ra fase del parque empresarial es inmi-
nente. Las obras están adjudicadas. En
el primer trimestre del 2018 veremos las
máquinas ultimando esta infraestructura
tan necesaria.
Así mismo, la restauración de la Pa-
rroquia de Santa Catalina ha concluido
y volvemos a disfrutar de nuestra iglesia
y de nuestro patrimonio. Además hemos
conseguido el compromiso del Gobierno
Regional para la cofinanciación de las
obras.
La urbanización de la llamada UA
Norte 6-7 y 13, o zona de la Veguilla y
Carreterín de Herrera se concluirá en el
próximo año. Aprovecho para pedir dis-
culpas a todos los propietarios afectados
porque no ha sido nada sencillo ejecutar
esta obra en el marco de la crisis que nos
ha tocado gestionar. Vuestra paciencia,
entendimiento y complicidad ha sido
ejemplar.
Vivimos en un pueblomaravilloso. Con
gente maravillosa. Con servicios de cali-
dad. Con nuestros problemas y con nues-
tras virtudes. No somos más que nadie.
Pero tampoco menos que nadie. Lo que
seamos o queramos ser dependerá tan
sólo del compromiso de toda la sociedad
solanera. Y en este proyecto de cohesión
y de solidaridad nos necesitamos los
unos a los otros.
Creo en La Solana que amo. Y estoy dis-
puesto a continuar dejándome los sueños
por todo aquello en lo que creemos. Soy
enemigo de las disputas que separan y de
las discusiones que quiebran. Soy amigo
de escuchar más que de intervenir, de
conciliar más que de apartar, de explicar
más que de callar. Siempre he tenido cla-
ro que he venido a servir y jamás a ser-
virme.
Y me enorgullezco de las solaneras y de
los solaneros callados, silenciosos (que
sois la mayoría) que cada día os levantáis
con el afán del esfuerzo por continuar
construyendo La Solana que queremos.
Vosotros y vosotras sois los verdaderos
artífices de los logros que conseguimos.
No puedo terminar estas palabras de re-
flexión sin tener el recuerdo más hermo-
so, más sincero, para todos aquellos so-
laneros y solaneras que en el transcurso
de este dos mil diecisiete nos ha dejado.
Siempre seréis parte del corazón que late
unido por La Solana.
Y así mismo, quiero felicitar a quienes
habéis sido madres y padres en este año
que concluye. Savia nueva para la vida de
nuestro pueblo. Por quienes siempre me-
rece la pena que nos esforcemos juntos.
Tampoco puedo dejar de manifestar mi
preocupación por la sequía que padece-
mos. El agua es imprescindible para la
vida y para nuestro desarrollo. En el ini-
cio del año vamos a estar todos vigilantes
y comprometidos con su uso y consumo.
Aunque tengo la fe y la certeza de que el
ciclo cambiará en breve.
En el nuevo año, en el dosmil dieciocho,
quiero que nos sigamos emocionando
juntos por La Solana que amamos. Que
el amor, la emoción y el compromiso nos
acompañen en todas nuestras decisiones.
Una Madre acaba de dar a luz a un
Niño. Ha nacido entre paja y animales, en
un medio rural como el nuestro. Y viene
cargado de sueños y de esperanzas para
toda la humanidad. Desprende Amor
por los cuatro costados. Aleluya, aleluya!
Un abrazo
Luis Díaz-Cacho Campillo
Alcalde de La Solana.-