Gaceta de La Solana
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Palco Taurino
Más ruido que nueces
La histórica encerrona de Emilio Huertas
G
ABRIEL
J
AIME
/ A
URELIO
M
AROTO
S
e esperaba con cierto interés la
histórica encerrona de Emilio
Huertas en La Solana con seis to-
ros de Ojailén. Saldó el reto con cinco
orejas y salida a hombros tras un fes-
tejo largo y, a ratos, entretenido. El de
Santa Cruz de Mudela estuvo volun-
tarioso, dejando fases de buen toreo,
aunque sin ninguna faena para enmar-
car. El ganado también fue desigual.
Silencio atronador
El público arropó al maestro desde
el primer minuto y se mostró cari-
ñoso. Y lo hubiera sido mucho más,
pero al espada le faltó trasmisión. Un
buen ejemplo de la motivación que
vivía la grada se vivió cada vez que el
diestro se perfilaba para matar. Silen-
cio sepulcral que ponía los pelos de
punta. No recordábamos algo así en
la bulliciosa plaza solanera.
Por Ángel Naranjo
La corrida del 23 de julio contó la
peña taurina ‘La Solanera’, la peña
cultural taurina ‘Samuel Flores’ y la
peña del torero santacruceño. Bue-
nos aficionados entre los que echa-
mos de menos a Ángel Naranjo, que
nos abandonó la pasada Navidad. Su
peña, a la que tantas horas de trabajo
dedicó, le tributó un homenaje en los
prolegómenos. Emilia Gómez, su viu-
da, recogió un cartel del festejo como
recuerdo perenne.
La plaza de los ochocientos
E
l empresario de la plaza de to-
ros no terminó contento con
Emilio Huertas. “Esperaba
más” –dijo a GACETA-. Una decep-
ción artística que no le invita a repe-
tir. “El año que viene daremos una
corrida normal”. Pero sí estaba rela-
tivamente satisfecho con la a uencia
de público, que cubrió un tercio del
aforo. “Sé que entrarán ochocientos
de pago, poco más”. El resto son in-
vitaciones, niños y banda de música.
Lo dicho, mil y pico.
Según el empresario zaragozano,
números de citarios. Entonces, por
qué está ‘relativamente satisfecho’. La
respuesta está en el Gran Prix, que sí
tiene tirón. “Por mí no daría corrida,
pero tengo que cumplir el pliego”, así
que con rmó su continuidad –tiene
derecho a prórroga-. Podemos cua-
jar un buen cartel con un torero de
la tierra, otro desconocido pero con
ilusión y alguno más mediático”.
“Más, imposible”.
Qué gran paradoja. Mientras los
buenos a cionados lamentan que un
‘vaca prix’ lleve mucha más gente que
una corrida seria, resulta que es aquel
el que sustenta a esta.
Emilio Huertas lancea con el capote
Homenaje a Ángel Naranjo