Gaceta de La Solana
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Nuestra historia
Así se creó el barrio del Cristo del Amor
P
aulino
S
ánchez
D
elgado
D
esde La Solana experimentó
un
notable
incremento
poblacional en el primer
tercio del siglo XX. De hecho, ya en
los últimos años del siglo anterior
se va comprobando ese aumento
demográfico, circunstancia que obliga
a expandir los límites geográficos
del casco urbano con la creación de
nuevas barriadas.
La Solana tenía 6.800 habitantes en el
año 1877, pasando a 7.508 diez años
después y alcanzando los 8.710 en el
año 1900. Esto supuso un crecimiento
superior a los 2.000 vecinos en poco
más de dos décadas, que continuó
en las siguientes. En 1920 teníamos
10.971 y en 1930 alcanzamos los
12.860, es decir, 4.000 solaneros
más desde que arrancó el siglo. Un
desarrollo demográfico espectacular
para la fecha que porcentualmente
suponía un 61% más de habitantes en
apenas cincuenta años.
La Corporación Municipal adopta una
serie de acuerdos en los primeros años
del siglo XX para adaptar su estructura
urbana a tal crecimiento. En concreto,
se actúa sobre el nuevo barrio que
parte de la ermita del Cristo del Amor
hacia arriba. El Pleno, presidido por el
alcalde Patricio Martín-Albo Serrano,
debate en enero del año 1901 sobre esa
nueva barriada, conocida como “del
saliente”, a raíz de la solicitud de varios
vecinos “de la calle que parte desde el
pozo de la ermita hacia saliente, en el
barrio nuevo”. El alcalde declara que le
habían pedido “arreglar dicha calle a
consecuencia de hallarse intransitable
y perjudicando notablemente los
edificios a ella limítrofes”.
El Pleno acordó por unanimidad
lo siguiente: “en atención a lo
extraordinario del tiempo tan lluvioso
y teniendo en cuenta el exceso de gasto
que se originaría con tal motivo, se
espere la oportunidad para proceder
al arreglo de la citada calle”.
El nombre de las calles
A petición de los vecinos del barrio
“del saliente”, se acuerda dar nombre a
sus calles, según acta del 11 de julio,
siendo ya alcalde Tomás Briones
González Barrera. “Por la necesidad anteriores, que parte de Carrera a
de poner nombre a las diferentes mediodía se dio el nombre deCardenal
calles de aquel populoso barrio, para Monescillo, “otro ilustre hijo de esta
que puedan inscribirse en el Registro provincia y una de las lumbreras de
de la propiedad”. La Corporación la Iglesia en la presente edad”. Para
acordó que “la parte del Rasillo de la segunda paralela a esta se acuerda
Pozo de la Ermita pudiera llamarse llamarse Sagasta, “eminente hombre
D. Emilio Nieto, para dar una prueba de Estado, encarnación genuina de la
de gratitud a aquel eminente hombre libertad y la democracia”. La siguiente
público que durante VEINTE años paralela pasa a denominarse Cánovas
ha representado a este pueblo en las del Castillo, “ilustre estadista y
Cortes y según tantos servicios le ha verdadera Gloria Nacional”.
prestado a esta población”. Así nacía la Enelordendeldíadeeseplenoquedaron
calle Emilio Nieto.
detallados los motivos que llevaron
A la primera calle paralela se le a aquellos regidores a nombrar cada
da el nombre de Emilio Castelar, calle del nuevo barrio, hoy conocido
“nombre de aquel gran tribuno como Cristo del Amor. Un siglo y pico
que tan alto dejó con sus obras el después todos los nombres originales
nombre español”. El acta añade que se han respetado y mantenido, a pesar
la segunda paralela se llame General de los vaivenes y regímenes políticos
Espartero “cuyo nombre por sí sólo vividos en el Novecientos. Tal vez
da honor a esta provincia”. Y la nos diga que, cuando un nombre es
paralela a la primera por la derecha acertado y no responde a caprichos del
se denominará Campoamor, “ilustre momento, suele crear consenso con
poeta de universal renombre”.
independencia de cuál sea el gobierno
La primera calle perpendicular a las de turno.
Plaza del Cristo del Amor