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Gaceta de La Solana

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Saluda

Saluda

del Alcalde

Queridas vecinas, queridos vecinos:

Los recuerdos nítidos de la infancia

permanecerán indelebles en nuestra

memoria en el transcurso de nuestras

vidas.

Mi recuerdo personal y particular de

la Navidad es el color blanco. El color

blanco de la nieve y el color blanco de la

inocencia y de la pureza de un Niño que

nace para redimir los pecados de la hu­

manidad. Jamás un desprendimiento tal

nos emocionó más allá de las palabras y

de los villancicos que desbordaban todo

el amor de aquél recién nacido.

La Navidad llega un año más para

anunciarnos que el año concluye. Un

año dos mil dieciséis del que cada per­

sona tendrá su propia opinión de si ha

sido un año bueno o malo.

Personalmente, para mí, no ha sido

uno de los años mejores de mi vida para

el recuerdo. He perdido a mi madre y he

sufrido mi primera operación. Perdo­

nad si me expreso a corazón descubier­

to ante vosotras y vosotros. Mi ideario

de vida me lleva siempre a ser sincero

con mis paisanos y paisanas.

Tengo la certeza de que este dos mil

dieciséis ha seguido siendo duro para

muchas familias. La dilatada crisis per­

manece en el seno de la desesperación

de quienes continuáis buscando traba­

jo. También tengo la seguridad de que

a otra parte de la población las cosas

os han ido algo mejor. E incluso bien o

muy bien a otras familias.

Acaso esta es la manifestación de

nuestras vidas. Nos caemos, nos levan­

tamos, volvemos a caer y volvemos a

levantarnos. Y así sucesivamente, para

ir dándole todo el sentido a nuestra

existencia.

Sin embargo, yo siempre soy una

persona positivista. Creo en nuestras

posibilidades y tengo toda la con an­

za en vosotros y en vosotras. En todas

aquellas personas que componemos la

comunidad solanera que nos interrela­

ciona y nos hermana en nuestro espacio

hermoso de convivencia.

En este dos mil dieciséis hemos sido

capaces de desbloquear la situación de

nuestro Parque Empresarial con la co­

laboración del Gobierno de Castilla La

Mancha. Hemos sido capaces de poner

lógica a una situación que nos atrapa­

ba cual tela de araña y de la que parecía

imposible escapar.

Ahora, la urgencia de la Corporación

es poner suelo industrial a la mayor bre­

vedad posible a disposición de empren­

dedores, empresarios y agricultores.

Ello ha de ser el revulsivo que espera­

mos para que la economía local pueda

generar más empleo y riqueza.

Si algo he aprendido en mis años al

frente de la alcaldía es que nadie va a

venir a sacarnos de nuestros problemas;

que tenemos que ser las solaneras y los

solaneros, juntos, quienes de namos el

camino a seguir. Y que a pesar de las

di cultades y de este tiempo de crisis

tan perversa, aún vivimos en uno de los

mejores espacios del mundo, donde las

personas tenemos derechos y dignidad.

No puedo olvidar en este saluda nues­

tra solidaridad con las personas que

sufren violencia y falta de derechos en

esta aldea global en la que vivimos to­

dos. Quisiera creer que la Comunidad

Internacional va a cumplir con su papel

de garante de la paz y de los derechos

universales en cualquier parte del mun­

do. Pero esta petición sí que es parte de

mis deseos en esa hipotética carta que

quiero escribir a los Reyes Magos.

Queridas vecinas y vecinos, mis pe­

ticiones para dos mil diecisiete desean

lo mejor para cada uno de vosotros y

de vosotras: salud, paz, amor, trabajo,

felicidad, convivencia, solidaridad, her­

mandad, la búsqueda del encuentro de

los unos con los otros siempre.

Cierro los ojos y una luz blanca, in­

tensa, pura, nívea, me transmite una

calma excepcional. Alrededor unos ni­

ños, inocentes y despreocupados, jue­

gan atravesando calles. Corren como el

viento. Y ríen. Y se abrazan juntos en su

juego. Entre estos niños estamos todos

nosotros cada año, cada Navidad, a tra­

vés de los recuerdos. Un abrazo.

Luis Díaz-Cacho Campillo

Alcalde de La Solana