GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 295

Gaceta de La Solana 4 El Tema P aco del O lmo R amona no se amilana. En un mundo dominado por ellos, ella es la excepción. A lo largo y an- cho de España hay muchas explotacio- nes ganaderas y casi en su totalidad son administradas por hombres. Es poco frecuente encontrar mujeres que se dediquen a tiempo completo a este sa- crificado oficio. Tan solo hay 180 gana- deras en todo el territorio nacional. Ra- mona Lara Jaime es una de ellas. Tiene 35 años, y es solanera. GACETA se ha acercado a su explotación para conocer su día a día, cómo fueron sus inicios y qué situación atraviesa el sector. “Soy ganadera por tradición familiar, mis abuelos y mis padres eran ganade- ros” explica. Lleva 20 años en este oficio junto a su hermano. La muerte de su padre cuando ella tenía solo 15 años dio un giro a su vida. “Era un problema tras otro”. Con tiempo y paciencia todo salió adelante gracias al trabajo y a la forma- ción. Los comienzos fueron duros. “Me levantaba a echar una mano con el ga- nado y después me iba al instituto”. Fue al finalizar la secundaria cuando llegó el dilema: seguir estudiando o trabajar. Los animales estarían presentes en am- bas opciones, pues le atraía ser veteri- naria, aunque al final decidió dedicarse al ganado. Hoy concilia la vida familiar y la la- boral. No le queda otra. La rutina de su día a día comienza a las 5:30 de la mañana. Primero el ordeño de las ove- jas para su posterior pasto, que en ve- rano se adelanta, pues “con el calor no quieren comer”. Después del pasto, en la explotación hay faena. Echar forraje, dar de comer y beber, atender partos, volver a ordeñar por la tarde, y aho- ra en verano el trajín agrícola, con la siega y el empaque del forraje. Y claro, todo esto con dos hijos de 11 y 7 años, que naturalmente hay que atender. “Mi día termina a las diez de la noche, así que no me da tiempo a aburrirme”, dice con ironía. Una mujer en un mundo de hombres “Al principio me consideraban un bicho raro por dedicarme a tiempo completo a la ganadería”, reconoce. La realidad eran pocas las mujeres que hace veinte años se dedicaban laboral- mente a este sector. Ahora no son más. Ramona sigue formando parte de ese recudido puñado de ganaderas profe- sionales, menos de doscientas en toda España. Sabe que es una rareza, aunque el reconocimiento social ha dado un giro. “Hemos pasado de criticar a las mujeres por dedicarse a la ganadería, o la agricultura, a reconocer y ensalzar su presencia y labor en estos sectores”. Una realidad de que los tiempos cam- bian, y las mentalidades también. Otra realidad es la gran importancia que ha adquirido la formación en los distintos campos del sector. En la actualidad se ofertan una gran variedad de cursos para aprender o perfeccionar ciertas labores en las explotaciones. “Es nece- saria esta formación y a veces te exigen algunos cursos”, subraya. La historia no termina ahí. Ha sido ponente en congresos y conferencias en ferias ganaderas, incluso en la Uni- De profesión, ganadera Ramona Lara Jaime es ganadera profesional desde hace 20 años. Apenas son 180 en toda España. Un mundo de hombres en el que ha sabido moverse a base de sacrificio y tenacidad. “Antes me veían como un bicho raro, ahora valoran mi trabajo”, cuenta. GACETA ha conocido su historia Pocas mujeres se dedican en exclusiva a la ganadería en España.

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