GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 293

Gaceta de La Solana 39 Reportaje aéreas a realizar. “Con una zona de vuelo libre me refiero a que debes ser piloto, tener el título de operador y los distintos seguros obligatorios” aclara. En todo caso, la legislación sigue evo- lucionando para controlar y regular el sector, que hace escasos años no tenía un código reglamentario al que ate- nerse. La ley estipula que estas aeronaves deben estar aseguradas, como cual- quier vehículo. “Es muy raro que un dron se caiga, pero es obligatorio tener un seguro de responsabilidad civil por- que nunca estamos libre de un acciden- te”, subraya. Los drones, dependiendo de su peso, pueden producir más o me- nos daños en caso de accidente, aunque la mayoría disponen de seguridad en el software de control y ante cualquier avería reacciona avisando al operador y entrando en modo de ‘vuelo seguro’. “Cuando la aeronave detecta un fallo automáticamente vuelve al lugar del despegue”. El peso del dron es el parámetro que marca su categoría, que restringe en mayor o menor medida las operacio- nes de vuelo. Por este motivo, a ojos de la ley no todos los drones son iguales. “Yo tengo dos drones que pertenecen a categorías diferentes”. “Uno es peque- ño y me permite vuelos en interior de establecimientos, viviendas o locales”. Incluso –añade- para vuelos cercanos con personas, ofreciendo un punto de vista interesante, como si de un insecto se tratase. El otro es mayor y lo dedi- ca para exteriores. “Me permite tomas más largas y es más estable en vuelos al aire libre”. Cada uno tiene una función distinta y a veces son complementarios. El mundo a vista de pájaro “Yo mismo me sorprendí con las imágenes la primera vez que volé el dron”, admite. La espectacularidad de las tomas permiten contemplar paisajes o entornos desde una perspectiva nun- ca vista. No estamos acostumbrados a ver ciertos elementos, lugares o monu- mentos desde el aire. Los drones, de- pendiendo del modelo y marca, suelen traer un sofisticado software que ofrece distintos modos de vuelo al piloto. Para iniciarse, ofrece una serie de recursos como seguimientos, realizar órbitas, o incluso despegues manteniendo el ob- jetivo, que permiten exprimir la crea- tividad a lo hora de grabar. A la vez, posibilitan al operador una mayor ex- periencia en el vuelo. “Ofrecen imáge- nes muy diferentes a las grabadas a pie de calle, por ejemplo en una boda, pero son un gran complemento para elabo- rar piezas audiovisuales y reportajes fotográficos más completos”. La experiencia del operador es, también, un elemento clave en la fil- mación para sacar todo el partido al dron. “Ahora lo manejo mucho mejor; antes realizaba tomas con movimien- tos bruscos y más entrecortadas”. El software registra las horas de vuelo, lo que demuestra la destreza a los mandos del piloto. Para mejorar en la captación de imágenes el tiempo y practicar en distintos ambientes es clave. “Es difí- cil conseguir precisión y hay que es- tar pendiente de muchas cosas; eso te lo da volar mucho”. El paso final es la edición, y con buenas imágenes sal- drán reportajes más vistosos. El piloto recomienda a quienes se inicien en este mundo que tengan su primera toma de contacto en el campo y espacios abier- tos. “Lanzarse a la aventura de volar en cascos urbanos o lugares con concen- tración de personas les puede costar caro”, advierte. Vista de La Solana desde el dron de Jose Almarcha. El nuevo ojo que todo lo ve Cada día vemos en los medios de comunicación tomas o fotografías grabadas con dron. Almarcha augu- ra un gran futuro al uso de este tipo de cámaras aéreas y su traslación a proyectos audiovisuales. El cine es un buen ejemplo, ya que además se puede prescindir del coste de un helicóptero. “Este sector va a seguir en auge, e in- cluso se van a utilizar drones para cada vez más cosas”. Cuerpos de seguridad ya vuelan drones para vigilancia de dis- tintas zonas, o incluso para controles de velocidad y tráfico. De su uso mili- tar, ni hablamos. La agricultura es otro sector que se beneficia de estas aero- naves para optimizar el tratamiento de cultivos, ya que hay drones equipados con cámaras térmicas o mapas de ca- lor que diagnostican la humedad de la tierra, o incluso algunos agricultores los usan para recorrer y observar sus fin- cas de forma rápida. O sea, los drones van camino de convertirse en el nuevo ojo que todo lo ve.

RkJQdWJsaXNoZXIy NTEwODM=