GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 293

Gaceta de La Solana 26 Arlasol Blas Delgado es presidente de Arlasol y alcohólico rehabilitado. G abriel J aime "S i quieres llegar a viejo, no le eches alcohol al pellejo”. Gregorio Ma- teos-Aparicio, más conocido como ‘Hermano Mitra’, repetía insistentemen- te aquel proverbio en su longeva vida. No en vano, llegó a cumplir 106 primaveras. Un 95% de la población entre los 15 y los 64 años ha tomado alcohol alguna vez en su existencia, y hasta un 8,8% de los españoles lo hacen a diario. Los hombres ganan por goleada en esta estadística: un 14,2%, cuatro veces más que las mujeres (3,4%). El alcohol es la sustancia adictiva, o la droga legal, más extendida en nues- tra sociedad. Un acicate que alienta una terrible y devastadora enfermedad como es el alcoholismo. Arlasol (Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de La Solana) lleva más de veinte años luchando contra esta lacra y ayudando a muchas personas a salir del oscuro túnel. Blas Delgado, alcohólico rehabilitado, es su funda- dor y presidente. En un encuentro con GACETA, cuenta que han pasado por este colectivo sin ánimo de lucro más de 400 personas desde el año 2000. “Muchos se han curado, otros lo han intentado y algunos han preferido mo- rirse bebiendo”. Su trabajo, totalmen- te desinteresado, es tan sencillo como trascendental. “Estamos para atender a los que quieran rehabilitarse e integra- se de nuevo a la sociedad”. Actualmente, la asociación cuenta con una veintena de usuarios, entre enfermos y familiares. Hay gente que llega buscando ayuda y se queda, otros continúan su abstinencia fuera de la asociación. “Lo que más importa es que le echen muchas ganas para salir, sean constantes y sepan que aquí siem- pre tendrán un lugar donde apoyarse y desahogarse”, señala. Tiene claro que el mejor terapeuta para un enfermo alcohólico o drogodependiente es otro enfermo “porque conoce realmente lo que ha pasado y está capacitado para dar las pautas a seguir”. En cualquier caso, y si fuera necesario, también tie- nen contactos con psicólogos y otra se- rie de expertos, además de derivarlos a centros especializados cercanos ubica- dos en Tomelloso, Alcázar de San Juan o Ciudad Real. Reconocer la enfermedad y pedir ayuda El primer paso que debe dar el al- cohólico es reconocer la enfermedad y pedir ayuda. Una vez que llegan a Arlasol, se pone en marcha el proto- colo, que consiste en una entrevista para saber si están dispuestos a entrar en terapias. Dichos cónclaves tienen un carácter semanal, con la participa- ción de diversos usuarios con el mis- “Hay gente que prefiere morirse bebiendo” Arlasol sigue luchando contra una lacra que cambia las formas, pero no el fondo. “Los bebedores de fin de semana son tan alcohólicos como el que más”, dice su presidente, Blas Delgado.

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