GACETA DE LA SOLANA Nº289

9 Reportaje por familia para formar parte de la enti- dad. “Se ha bajado mucho la aportación al capital social, aunque la cooperativa no se mantiene de estas aportaciones sino de las ventas de sus productos”. Los socios podían legar los títulos a un solo hijo, pero recientemente se ha ampliado hasta dos. “Si cierras el círculo, perju- dicas el negocio, así que debemos abrir las puertas a la juventud antes de que se vayan a otro sitio”. El actual presidente cree que ha sido una de las mejores decisiones que han tomado, junto a la erradicación del pago con los arcaicos cartones, un sistema engorroso que rechazaban los bancos. La opción de canjear cartones en la panadería ni se planteó, a fin de no acumular allí el dinero. Fue enton- ces cuando se apostó por una moderna aplicación con códigos QR. “La gente fue reacia al principio, pero ahora están muy contentos”. La aplicación realiza automáticamente las bonificaciones a los socios y los descuentos se aplican según el resultado económico. La cooperativa ha mantenido una línea continuista en la elaboración del pan, un detalle que gusta a sus socios. Ha crecido poco a poco, no sin esfuer- zo. “Tenemos que ir renovando periódi- camente y los gastos suelen ser impor- tantes como cuando hay que comprar maquinaria o cambiar de vehículo”. Los desembolsos más importantes son la compra de materias primas y, por su- puesto, los salarios. El pan es la base del negocio, aunque también se elabora co- chura. “Los dulces solo suponen el diez por ciento de nuestras ventas totales”. Los ‘hornazos’ de San Marcos y los ros- cones de Reyes son la excepción, aun- que con un gran volumen de negocio que precisa incluso la ayuda de los di- rectivos como improvisados reposteros. Actualmente hay 5 trabajadores, que se encargan de hacer el pan y ven- derlo. “El reparto a domicilio lleva mu- cho tiempo, pero si no lo hiciéramos habría menos socios”, admite el presi- dente. Los diez despachos de pan que tenía la cooperativa en La Solana, dos en Membrilla y uno más en San Carlos del Valle, tienen los días contados. “El del Cristo ya ha cerrado y los de Mem- brilla harán lo mismo cuando reincor- poremos al trabajador accidentado; aquí sólo venderemos en la panadería”, confirma. Al filo de la cuarentena, la Coope- rativa del Pan ‘Rosa del Azafrán’ vive un presente tranquilo y un futuro por descubrir. Se ha invertido en maquina- ria, vehículos o el arreglo del porche. Y siempre hay proyectos nuevos. El horno necesita una vuelta, pero nunca viene bien porque habría que parar varios días. El tejado también es una obra de envergadura y también de mucho dine- ro ¿Será cuestión de echarse la manta a la cabeza? Mientras tanto, las ventas de pan bajan. El consumo habrá caído alre- dedor de un diez por ciento y la razón está en la edad de los socios. “Muchos son mayores y comen menos”. “Los agricultores o los albañiles comían mucho pan antaño y ahora se apa- ñan con un bollo o una barra, como mucho”. Pero el presidente tiene clara una cosa: el negocio del pan existirá siempre. “Habrá que amoldarse, pero seguiremos adelante”. Otros decidirán el porvenir de la em- presa, porque tras más de treinta años como socio y dieciséis en la directiva (4 de tesorero, 4 de vocal y 4 de presidente), Juan Ramón García-Abadillo pondrá fin a su ciclo en noviembre. Sustituyó a otro clásico, Patricio Peinado, y cree que ha sido una etapa muy reformadora. Eso sí, lamenta no despedirse celebrando como merece el cuarenta aniversario, una efe- méride que pasará casi desapercibida por razones obvias. “No vemos factible hacer nada extraordinario por las cir- cunstancias, pero ya iremos viendo…”. Durante la entrevista con GACETA sale a colación el mo- mento más amargo en la historia de la Cooperativa del Pan ‘Rosa del Azafrán’. El 30 de septiembre del año pasado resultó herido un operario cuando su mano quedó atrapada en una amasadora. “Es el peor episodio vivido y fue muy desagra- dable, sobre todo la impotencia de no poder hacer nada”. El panadero todavía sigue en Madrid, aunque tras varias opera- ciones va mejorando. Todos le esperan. “Su puesto de trabajo está asegurado cuando reciba el alta”. 30 de septiembre de 2020, el día más amargo Equipo de panaderos de la cooperativa en la actualidad

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