GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 286

Gaceta de La Solana 44 Nuestra Historia L os maestros canteros no eran solo aquellas personas que dirigían la extracción, corte y disposición de las piedras para la construcción de muros y otros elementos arquitectóni- cos. Alonso de Covarrubias nos indica que es el maestro de obras, el que hace la traza y la planta de los edificios y los planos para su ejecución, por lo que podríamos decir que, al mismo tiempo, era arquitecto y maestro de obras. Durante la Edad Media apenas se citan los nombres de las personas que ejer- cían este oficio, y no será hasta finales del siglo XV y en el XVI cuando conoz- camos a los maestros que proyectaron y construyeron las iglesias, ayunta- mientos y otros edificios, que sentaron las bases para el desarrollo urbano de nuestros pueblos. El primer maestro destacado en el Campo de Montiel que salió del anonimato y del que conoce- mos su nombre es Aliseda, el cual traba- jó en varias iglesias de la comarca, entre ellas la de Santa Catalina de La Solana 1 . Pero, ¿cuál era su nombre completo y qué más sabemos de él? Pedro de Aliseda trabajó a finales del siglo XV en tres iglesias del Campo de Montiel, en un momento en el que se estaban reformando o construyendo de nuevo la mayoría de los templos de la comarca. El fuerte aumento demográ- fico, la buena situación económica y la necesidad de sustituir las primitivas iglesias, que eran pequeñas, sencillas y cubiertas de madera, por otros edificios más sólidos y grandes, provocaron un furor constructivo. Los nuevos proyec- tos destacaron por su magnificencia y grandeza, alargándose su construcción durante décadas, e incluso siglos. Los primeros maestros que trabajaron en estos edificios sentaron las bases de lo que en la actualidad son nuestros espa- cios de culto. El maestro Aliseda recibió en La Solana el pago más alto de los que se han re- gistrado documentalmente en la zona. En la visita de 1498, Juan Pardo, mayor- domo de la iglesia de Santa Catalina, presentó las cuentas a los visitadores de la Orden de Santiago, Lope de Zapata y Antón Sánchez Deza. En la relación de gastos “mostro aver pagado a Alise- da cantero que haze la dicha capilla para en cuenta de lo que le tiene de dar por la hechura quarenta e dos mill y quatro maravedíes e medio” . La frase en la que se justifica el pago, nos muestra cómo el dinero que se abonó a Pedro de Aliseda no era el monto total de su trabajo sino una entrega a cuenta, por lo que la can- tidad percibida al final sería mayor. En esos momentos la iglesia es descrita como de “una nave sobre seys arcos de canteria travesados e los tres dellos son de bobedas de yeso e los otros tres cubiertos de madera de pino” . También se indica Un maestro cantero en La Solana a finales del siglo XV: Pedro de Aliseda 1. Molina Chamizo, Pilar: De la fortaleza al templo. Arquitectura religiosa de la Orden de Santiago en la provincia de Ciudad Real (ss. XV-XVIII). Biblioteca de Autores Manchegos. Ciudad Real, 2006, p. 468. Marca de cantero de Aliseda en La Solana.

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