GACETA DE LA SOLANA Nº280

Gaceta de La Solana 41 Nuestra historia orden de Santiago y, en virtud del auto antezedente, pasamos con el escribano aconpañado, a las casas donde tiene los papeles Eugenio López Charco, escriba- no, el que se allaba fuera. I nos encon- tramos a Matheo Martín Manzanares, escribano nonbrado para las dilijenzias de dichos papeles, a el que le izimos sa- ber nuestra comisión y entendido della, nos pasó al ofizio que abrió la llabe, y abiendo entrado en el cuarto que está a mano ysquierda de la puerta prinzipal, y tiene dicho cuarto una bentana con su reja a la calle, en el cual está el archibo de las escrituras y papeles, que an pasa- do ante él….”(3). Es posible que Eugenio Charco, como aparece en el vecindario, pues los ape- llidos y su forma de ponerlos no seguían el rigor actual, fuera padre o familiar de otro escribano llamado Francisco Anto- nio Charco (4), que en ese mismo ve- cindario figura como oficial de pluma, casado y de 26 años. Francisco Antonio, oficial de pluma, redactó memoriales de bienes del catastro, firmando como testigo de quienes no sabían escribir. De ser hijo de Eugenio, puede que también morara en la casa de la calle Charco. De hecho, en el libro de bienes de legos o seglares no consta que poseyera casa alguna. Hoy, la calle de Charco presenta algu- nas variaciones respecto al año 1751. Las cinco casas que se abrían entonces a la calle en su lado norte, entre la ca- lle de Don Rodrigo y la de Ochoa, se han convertido en seis fincas urbanas en la actualidad, probablemente por la división de una de las originarias. Y la casa que se abría en el lado sur hoy no lo hace, estando su espacio in- tegrado en las restantes de esa manza- na. La casa de Eugenio López Charco desapareció, no parece que ocurrió lo mismo con la de Joseph de Castro, el escribano autor de más de cuatro mil hojas escritas del catastro de Ense- nada; una casa grande próxima a la plaza, cuyo aspecto exterior no delata su antigüedad, y que presenta ciertas modificaciones producidas con el co- rrer de los años como, por ejemplo, una cueva más y un pozo no señala- dos en el año 1751. Pero, sin duda, el gran legado de los escribanos lo constituye los documen- tos que elaboraron y han llegado hasta nuestros días, fuente de donde mana el conocimiento de la historia. Contem- poráneos de Eugenio López Charco fueron los escribanos del Ayuntamien- to: Juan Montero, Juan Muñoz Fernán- dez, Alphonso Joseph Ferrón y Gabriel García Prieto. Posteriormente, en el siglo XIX, otro escribano solanero, Tomás Ramón Cencillo (5), sintió la afición por la historia escribiendo un manuscrito titulado “Investigaciones sobre la historia de La Solana” que, desgraciadamente, no llegó a publi- carse pero fue utilizado por otro in- vestigador y gracias a él sabemos de su existencia(6). En agosto de 2.020 se cumplirán qui- nientos años del inicio del libro de acuerdos municipal más antiguo con- servado en La Solana. Un objeto de gran valor histórico y patrimonial del que pocos pueblos pueden presumir y que merece una restauración y protec- ción pues, como ocurre con otros libros de acuerdos del siglo XVI, se deterioran rápidamente con su consulta directa, algo que se puede evitar con su digita- lización. NOTAS: 1. Las Siete Partidas. Glosadas por el licenciado Gregorio López. Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado, colección Textos Históricos, edición digital, año 2.011, tomo II, tercera partida, fol. 121. 2. El catastro del marqués de la Ensena- da comprende varios libros o legajos: Autos generales, Bienes de eclesiásti- cos, Bienes de legos o seglares, Me- moriales de eclesiásticos, Memoriales de legos o seglares, Personal de legos o seglares, Personal de eclesiásticos, Respuestas generales y Documentos varios. Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real, legajo 742, casa nú- mero 258. 3. Archivo Histórico Nacional. Órdenes Militares, Caballeros de Santiago, ex- pediente 461, Francisco Antolínez de Castro y Salazar. 4. El que fue cronista oficial de la villa, don Antonio Romero Velasco, lo cita en su libro “Biografía de tres perso- najes manchegos, Rafaela Pérez Va- liente Antolínez de Castro, teniente General don Juan Restituto Antolí- nez de Castro, Maria Antonia Parra Naranjo”, editado por la imprenta municipal de Valdepeñas, en el año 1965. Escribe don Antonio que Ma- ría Antonia Antolínez de Castro y Ferrer, hija del teniente general don Juan Restituto, hizo su testamento el día 4 de diciembre del año 1.794, ante el escribano público solanero Fran- cisco Antonio Charco (pags. 87-94). Además cita otra escritura de arren- damiento de este mismo escribano, afirmando haberla consultado en el archivo municipal. 5. Tomás Ramón Cencillo, escribano, aparece realizando y firmando el acta de constitución de la junta de gobier- no, de la hermandad de Jesús Nazare- no Rescatado el 20/3/1.836. “Traba- jos del cronista oficial de la villa de La Solana, Antonio Romero Velasco, publicados por el Servicio de Exten- sión Agraria”. Biblioteca Municipal de La Solana, 1.988, sig. 462 C.M, R. 7766, p. 149. 6. López de la Osa, Juan Alfonso. “La Virgen del Consuelo en La Solana y un Capullo que se abre”. Toledo, 1.913, página 54, nota 1.

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