GACETA DE LA SOLANA Nº276

Gaceta de La Solana 99 Nuestra Historia charca uralita, en el término municipal de La Solana, el niño de 8 años Benito Casado Jaime. Resbaló y cayó cuando junto a otros amigos intentaban sacar del agua un bolso flotando. Y el 11 de octubre perecía en accidente de trabajo el vecino Diego Mateos-Aparicio, de 56 años, al ser aprisionada su cabeza por una máquina panificadora. INCENDIO Sobre las trece horas del 21 de julio, en la finca Las olivillas propiedad de los hermanos Serrano Pérez, se origi- nó un incendio al prenderse el motor de una cosechadora que se disponía a realizar la recolección. El viento animó fuertes llamas y un denso humo que se pudo contemplar a varios kilómetros, pudiendo ser sofocado el fuego sobre las 3 de la tarde con la colaboración de la Guardia Civil y numerosos vecinos. Las pérdidas fueron cuantiosas al arder unas 46 fanegas de tierra. CARNAVAL El carnaval de hace medio siglo no tuvo bailes en el popular Cine Cervan- tes. La autorización final no llegó a con- cederse debido al Estado de Excepción decretado por el Gobierno de la nación en determinadas zonas del norte de Es- paña. Pero sí hubo bailes en el Casino La Unión, que sí consiguió autoriza- ción, siendo el único salón en el que los ritmos de moda de esos años se pudie- ron bailar por jóvenes y mayores. El carnaval contó además con másca- ras callejeras y algunas murgas en las calles el domingo, lunes y martes de carnaval. Todo de una forma espontá- nea, sin concursos ni premios. Aunque el calendario no señalaba días festivos, la población paralizaba su actividad la- boral. RELIGIOSIDAD Varias fueron las novedades que se dieron en la Semana Santa de aquel año. La hermandad de la Vera Cruz desfiló con todas sus imágenes llevadas en ca- rrozas a ruedas. Jesús Rescatado y la So- ledad estrenaron andas, aunque siguie- ron llevadas a hombros, mientras que el Entierro de Cristo continuó saliendo en las mismas andas de años anteriores. Desde la Semana Santa a la feria las únicas celebraciones que tenían lugar eran las del patrono de los agricultores y el Corpus. San Isidro recorría las calles en procesión y se celebraban diversos concursos. El Día del Señor llegaba con su tradicional desfile con niñas y niños de Primera Comunión. CRISIS EN LA BANDA MUNICIPAL Las dificultades económicas de los ayuntamientos en esos años les llevaron a prescindir de las Bandas Municipales de Música. Una ley obligaba a que los músicos fueran funcionarios, lo que im- posibilitaba poder mantenerlas porque el único funcionario que cobraba un sa- lario para vivir era el director. La Banda desfiló en las procesiones de Semana Santa, pero tras la del Entierro de Cristo ya no volvió a actuar durante un tiem- po. La procesión del Corpus no tuvo acompañamiento musical, ni se reanu- daron los tradicioanes conciertos en las noche dominicales durarante el verano. La feria se inauguró con la banda de cornetas y tambores de Jesús Rescatado, y en la novillada del 25 de julio actuó la banda de Membrilla. Las procesiones de la Virgen de Peñarroya, en septiem- bre, fueron acompañadas por la banda de Argamasilla de Alba. En el pleno del 29 mayo de 1969 se dio lectura al informe que presentó el director, donde exponía la situación de la banda. Decía haberse dado de baja la mayoría de los músicos de primera y sólo le quedaban catorce componentes. Ante la proximidad del Corpus Christi, día en que debían comenzar los conciertos, indicaba no poder hacerlo por falta de números y en tanto no salieran nuevos músicos. En el pleno del 28 agosto se leyó otro escrito del director y uno más del con- cejal delegado Bernardo Montoya. Los últimos músicos se habían marchado y la banda había quedado reducida a cero. La Corporación Municipal, es- timando más que debatido el proble- ma de la Banda de Música, acordó por unanimidad comunicar al director que estableciera horarios normales y regla- mentarios para la enseñanza de música y reorganización de la banda, con el fin de restablecer sus actuaciones en el más breve plazo posible. LA FERIA, REVISTA ANUNCIADORA Un paisaje campestre, con una persona mayor, un niño y dos perros, aparecían en la portada de la revista que editó el Ayuntamiento para la feria. En el interior aparecían los ‘saludas’ de las autoridades, además de artículos del pintor Isidro Antequera, Federico Romero, Antonio Romero Velasco y otros escritores loca- les, entre ellos la firma de un jovencísimo Nemesio de Lara Guerrero, con el artícu- lo “Juventud y personalidad”, además de los habituales anuncios comerciales. PREMIO PARA SANTIAGO ROMERO DE ÁVILA En los dos años anteriores, el histo- riador local Antonio Romero Velasco había convocado unos concursos de investigación y otro poético, que eran leídos por sus ganadores en el acto de proclamación de la Reina y Damas y pregón de la feria. Al no hacerlo ese año se convocó el premio literario ‘Ayunta- Carteles de mano de varios partidos de fútbol

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