GACETA DE LA SOLANA Nº276

Gaceta de La Solana 100 Nuestra Historia miento de La Solana’, dotado con 5.000 pesetas, sobre el tema “Aspectos de La Solana, presente y futuro”. El ganador fue el joven solanero Santiago Romero de Ávila, que se dio a conocer como es- critor a partir de ese año. LA FERIA: REINA, DAMAS Y PREGÓN La Reina de la feria de ese año fue Pi- lar Pérez, quien contó como damas con María Dolores Cabezón, Petra Sánchez, Santiaga García Cervigón y Josefa Gar- cía-Abadillo. La proclamación se cele- bró en la mañana del día de Santiago en el Cine Cervantes y el pregonero fue el abogado ciudarrealeño Carlos Cala- tayud Gil. NOVILLADA PICADA Y EL DÍGAME Sólo se programó un festejo taurino esa feria, el celebrado el 25 de julio a las 6 de la tarde, con 5 novillos de Quintana (Hermanos Ortega Estévez), de Añover de Tajo, para el rejoneador Gaspar de los Reyes y los novilleros Gregorio Lalanda y Ramón Magaña. Los precios fueron: general sombra 150 pesetas y sol 100 pesetas. La re- seña de la Agencia ‘Cifra’ ofrecía los siguientes datos, aparecidos en Lanza el 26 de julio: Novillos buenos y con poder. Regular entrada. Gaspar de los Reyes: se lució en el de rejones y cortó las dos orejas y el rabo. Grego- rio Lalanda: “Muy buena faena en su primero, que terminó de una estoca- da (Dos orejas y vuelta al ruedo). En su segundo estuvo voluntarioso. Mató de dos estocadas y cuatro descabellos (Palmas). Ramón Magaña “faena vo- luntariosa en su primero. Mató de dos estocadas y dos intentos de descabello. En el último de la tarde, regular faena; tres estocadas y cinco intentos de des- cabello (Silencio). Curiosamente, no se ofrece dato al- guno sobre lo ocurrido durante el fes- tejo y que fue noticia nacional en el fa- moso y popular semanario del mundo taurino Dígame, que recogía lo que no aparecía en la prensa provincial, pero que no pasó desapercibido para los que presenciamos aquella novillada. Ocurrió justo enfrente del patio de ca- ballos. En la página 32 del Dígame del 5 de agosto se ofrecía una nota sobre la novillada solanera, colocada bajo una viñeta que aludía a lo que aquel año ocurrió entre El Cordobés y Palomo Linares con las plazas portátiles y su enfrentamiento con los empresarios. El titular de la información aludida in- dica: CINCO VARAS A UN TORO…. EN EL PATIO DE CABALLOS, aña- diendo la siguiente información: “El patio de caballos de la plaza de toros de La Solana ha sido escenario de un singular lance taurómaco. Ocurrió el pasado mes de julio, precisamente el día 25, festividad de Santiago. Cuan- do se lidiaba uno de los novillos, un subalterno llamó la atención de la res en el preciso momento que el picador Alfonso Rodríguez (El Moro), jinete sobre un jamelgo, abandonaba el rue- do con dirección al patio de caballos. El novillo, que acudió con fuerza al capote ofrecido, siguió su embesti- da tomando el mismo camino que el piquero. ¡Y allí fue ella! En el patio de caballos se encontraban las cinco cabalgaduras con que actuó el rejo- neador Gaspar de los Reyes. Junto a los bellos animales se encontraban charlando dos picadores, que al ver asomar por allí a la res se subieron a una escalera. Los caballos de rejones hubieran sido corneados por la enfu- recida res, lo que fue evitado gracias al arrojo de El Moro, quien, sin más testigos que sus dos colegas, agarró hasta cinco puyazos en lo alto del mo- rrillo. Cuando al fin el novillo volvió a la arena, el valeroso piquero fue muy felicitado, especialmente por el rejo- neador De los Reyes, a quien había salvado la vida de sus valiosas cabal- gaduras.” Aunque Dígame habla de únicos espectadores al referirse a los dos picadores, el improvisado tercio lo pudimos contemplar muchos asis- tentes a la novillada desde los tendi- dos. Curiosamente, en el libro 751 de salidas del Ayuntamiento, cuando se le remitía al Gobernador el 28 de julio un oficio sobre el festejo, se indicaba que “no ocurrió incidente”. BAILES EN EL CLUB BAHÍA En las páginas de la revista editada por el Ayuntamiento con motivo de la feria se anunciaban los célebres bailes en el Club Bahía, contando ese año con la ac- tuación de los conjuntos Grupo Ibérico y Los Blondas. EMIGRACIÓN TEMPORAL A LA CEBOLLA Pasada la feria, el mes de agosto y los primeros días de septiembre transcu- rrían de una forma tranquilla para mu- chos solaneros. Pero había otros que realizaban una emigración temporal a tierras aragonesas, a lo que se deno- minaba popularmente como la cebolla. La ausencia de trabajo en ese final del verano hasta la vendimia, que enton- ces comenzaba los últimos días de sep- tiembre, llevaba a muchos temporeros a emigrar a las localidades aragonesas, entre otras Tauste y Gallur. Autocares repletos de hombres y mujeres, con col- chones, motos y otros enseres en las va- cas, se veían partir desde barrios como El barranco del Lobo a trabajar en unas condiciones duras, casi infrahumanas de trabajo y alojamientos, en jornadas agotadoras. Pero que servían para un trabajo realizado al destajo, conseguir un dinero que luego invertían en su pueblo. HASTA LA VENIDA DE LA VIRGEN Para los que se quedaban en La Sola- na, el verano transcurría entre los tra- jines de las eras, en unos años donde la agricultura iba mecanizándose, pero aún eran muchos los que seguían tri- llando las parvas con las tradicionales mulas. Los domingos y festivos conti- nuaban celebrándose los bailes en los locales del Parque Municipal como el Club Bahía y la Piscina Parque, con la actuación de diversos conjuntos y la presentación de uno formado por sola- neros, Los Trapals. Portada de la revista de feria de 1969

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