GACETA DE LA SOLANA Nº273 BAJA

Gaceta de La Solana 36 Reportaje G abriel J aime S u gran pasión, desde siempre, ha sido elaborar vino. Misión nada sencilla por cuestiones instru- mentales, principalmente. Ese entu- siasmo por los caldos de uva, y sus amistades con gente de la hostelería, también le incitaron a adentrarse en el mundo de las cervezas artesanas. Po- seer una mente inquieta y un trabajo que le permite mucho tiempo libre, le abrió las puertas de este mundillo para satisfacer un prurito personal. “La cerveza es un mundo súper complejo. Tiene el doble de ingredientes que el vino y las posibilidades se multiplican para crear más variedades”. Lo dice Vicente Romero de Ávila Ruiz-Peinado, productor aficionado de cerveza artesana. Este joven so- lanero, que trabaja como supervisor de producción en Vestas, explica que para elaborar vino sólo es preciso el mosto y algo de levadura. “Imagina lo que se puede conseguir mezclan- do los cuatro ingredientes principales de la cerveza: agua, malta, levadura y lúpulo”. Cuando comenzó a descubrir estos jugos, totalmente naturales y que nada tienen que ver con las cervezas convencionales, quiso experimentar. Investigó en foros de Internet y probó con unos kits semipreparados. “Aque- llo era un mosto concentrado para hervir con agua, añadir azúcar y ha- cer el resto del proceso a partir de su fermentación”. No le gustó. “Fue como añadir un sobre de Avecrem a la sopa”. Tras ingresar en la Asociación de Cer- veceros de España, lo que le permitió seguir los consejos de gente más ave- zada, adquirió los primeros artilugios para confeccionar su propia cerveza artesana y 100% natural. Una olla para hervir y fermentar, un molino para moler la malta y poco más. “El proceso es algo complejo y lleva mucho tiempo”. “Desde el primer paso hasta su consumo final pueden trans- currir dos meses, porque la cerveza también tiene que madurar y asentarse, igual que el vino”. Primero se trata la cebada o la malta, que tienen que estar en un entorno húmedo entre dos y siete días, hasta que el grano empieza a ger- minar, sometiéndolo después a un tos- tado. Dependiendo del tostado, podrán salir diferentes colores, aromas y sabo- res. “Una cerveza rubia normal tiene un malteado menor que una tipo Guinnes, por ejemplo”. Vicente muele la cebada el mismo día que la elabora “si no, pierde propiedades, como el café” El segundo paso es hacer una infusión para la maceración. En una olla añade tres partes de agua (21 litros) por una de grano (7 kilos). El agua está tratada con filtro de ósmosis, añadiendo algo de bicarbonato para aumentar el PH. Aquí aparece el mosto. Después, hay que la- var la malta rociándola con agua calien- te para arrastrar los azúcares. Entra en escena es el lúpulo. “Es muy importante elegirlo bien porque le dará amargor, sabor y aroma a la cerveza ¡El aroma es el talón de Aquiles de los cerveceros!, sentenció. Una vez está el mosto lupulizado, hay que enfriar la cerveza lo antes posi- ble y fermentarlo a una temperatura adecuada para añadirle la levadura. La fermentación dura varios días y los azúcares del mosto se transforman en alcohol, pudiéndola embotellar enton- ces. Vicente dice que la cerveza indus- trial “está carbonatada para añadirle gas”. “Aquí se echa azúcar para hacer ese gas de forma natural, consiguiendo así la espuma y la fuerza”. En función de si la fermentación es alta o baja, usa distintas levaduras como las variadas marcas del mercado: Lager, Pi- lsner, Pale Ale, Porter… Las fábricas no ‘Disfruto mucho elaborando cerveza artesana’ Vicente Romero de Ávila Ruíz-Peinado dedica su tiempo libre a producir una cerveza de autor, de momento sin afán comercial Vicente en su fábrica casera de cerveza artesana

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