GACETA DE LA SOLANA Nº273 BAJA

Gaceta de La Solana 22 Reportaje J avier R uiz L as situaciones difíciles a nivel profesional provocan la marcha de jóvenes solaneros a otros paí- ses. En España, las alternativas laborales en muchas ocasiones no son suficientes ni acordes con la formación académica y esto obliga a probar suerte con otros trabajos que ganar un poco de dinero y “conseguir algunos ahorrillos”. GACETA sigue su periplo por el mun- do buscando las historias de solaneros y solaneras allende nuestras fronteras. Como la de Vicente Rodríguez Mon- talvo, nacido en 1995 y que ha vivido siempre en su pueblo natal, salvo los cuatro años que realizó sus estudios universitarios de Trabajo Social en Cuenca (2013-2017). Una vez finaliza- dos, con la entrega del TFG (Trabajo fin de Grado) y tras validar el título gracias a la obtención del nivel B1 en lengua inglesa, obtiene la titulación oficial de Trabajador Social. Todo ello no supuso que las posibilida- des laborales fueran óptimas para él y en el mes de abril, con el curso empezado, no veía alternativas de seguir estudian- do a corto plazo. Vicente Rodríguez nos cuenta que se dio de alta en las oficinas de desempleo a la vez que exploraba op- ciones de trabajo en el extranjero. Pre- sentó hasta cinco solicitudes en Escocia para la recogida de fresas, frambuesas y manzanas. Todas fueron aceptadas, por lo que se le planteó el nuevo reto de em- pezar a trabajar en verano en alguna de esas campañas. Fue entonces cuando un amigo y pai- sano le plantea empezar una experien- cia de voluntariado internacional en Wroclaw (Polonia). Un proyecto muy interesante que tenía similitudes con el concepto y esencia sobre Trabajo Social, como la defensa y promoción de los De- rechos Humanos, animación sociocul- tural en ambientes educativos, etc. “Vi que se me abrían las puertas y no dudé en considerar irme hasta esa ciudad para formar parte del proyecto”. En menos de una semana se gestionó, se mandó la documentación, se mantu- vieron las entrevistas correspondientes y aceptaron la petición. “Fue una mez- cla de emociones constantes, nervios, incertidumbre y esperanza, unos días frenéticos para mí”, dice. También le invadió cierta tristeza por la familia, aunque a pesar de tener que partir a otro país entendían los beneficios que podía dar una experiencia de estas ca- racterísticas. Un proyecto financiado por la UE El proyecto en el que trabaja el joven so- lanero es llevado a cabo por una ONG de ámbito local y regional con 20 años de historia. Se denomina ‘Tratwa’, y tras su evolución desde que fue creada en 1997 para contrarrestar los efectos negativos de una inundación, en la ac- tualidad se dedica principalmente a la promoción y defensa de los derechos humanos, a la proyección de valores de integración europea y a ofrecer soporte a la sociedad civil de la ciudad. La fi- Solaneros por Europa “Me hincho de orgullo cuando hablo de La Solana” Vicente Rodríguez Montalvo, un joven trabajador social en busca de su futuro. De momento, en Polonia para un proyecto de voluntariado que trabaja la integración y la promoción de los derechos humanos. Vicente en la Plaza Central de Wroclaw. Al fondo, el edificio del Ayuntamiento viejo de la ciudad

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