GACETA DE LA SOLANA Nº269

Gaceta de La Solana 39 Nuestra historia el dicho testamento, y reciban el remanen- te delos bienes del dicho Andrés Palomo (…) nombraron a Juan Gómez Serrano, regidor y deudo del dicho capitán Andrés Palomo. E que para yr a Barcelona y recibir y traer los dichos maravedíes conforme al dicho testamento, se le dé poder cumplido como más convenga y sea necesario, en tal manera quese cumpla la voluntad y tes- tamento de el dicho Andrés Palomo”. ¿Quién fue aquel capitán solanero de apellido Palomo?, ¿cómo fue su vida, qué países recorrió, acaso sirvió al emperador Carlos V en sus guerras por Europa y el norte de África?, ¿pasó a América, por qué mares navegó? Son muchas las preguntas que podemos hacernos, más aún si leemos las autobiografías que nos dejaron los mi- litares de aquel tiempo, como la de Jeró- nimo de Pasamonte, también presente en Lepanto, o la más tardía del capitán Alonso de Contreras. ¿Murió en la guerra como el poeta Garcilaso de la Vega y, el famoso en toda España, capitán Céspedes de Ciudad Real? Quizás vivió retirado en Barcelona, o allí sirvió en alguna guarnición, aunque el hecho de dejar allí el dinero de su herencia no implica su permanencia en la ciudad condal, pues era sitio donde embarcaban las tropas con destino a Italia, vía Génova, para marchar desde allí algunos contin- gentes a pie, por la Saboya, el Franco Con- dado, la Alsacia y La Lorena hasta Flandes, siguiendo el llamado camino español. Y aún las pagas de los tercios salían de Bar- celona, célebre fue el asalto y robo llevado a cabo por el bandolero catalán Barbeta, en el año 1613, a un convoy con 160.000 ducados en plata enviados desde Madrid. El apellido Palomo está suficientemente acreditado históricamente en La Solana, en el Catastro del Marqués de la Ensenada del año 1750, aparecen veinticuatro personas con él como primero, siendo propietarios o inquilinos de casas, concretamente vein- tiuna eran propietarios o copropietarios y tres inquilinos, sólo uno de los propietarios lo era de más de una casa, Vicente Palomo Rodado que tenía dos casas alquiladas en la calle Campillas. De estas veinticuatro personas apellidadas Palomo nueve vivían por la zona de la calle Peñas, del Pozo de Santa Quiteria y calle Soledad-Campi- llas. No nos consta que Andrés Palomo perteneciera a la nobleza local, el decreto afirma que era pariente del regidor Juan Gómez Serrano, apareciendo esta familia o linaje de los Gómez Serrano, en los Libros de Visitas de la Orden de Santiago del siglo XVI, como “caballeros de cuantía” que, sin ser nobles de linaje, ostentaban un nivel de renta que los equiparaba a ellos en deter- minados aspectos. Por entonces el mérito más que la cuna impulsaba la carrera mi- litar, pudiendo un soldado de origen humil- de, ascender a capitán y hasta maestre de campo, como ocurrió al renombrado y ala- bado Julián Romero, nacido en un pequeño pueblo de Cuenca. Pero al día de hoy nada más sabemos del capitán Andrés Palomo, aunque una cosa sí tenemos por cierta como consecuencia de lo expresado en el testamento, no olvidó la villa que le vio na- cer y donde, probablemente, pasó los años de su niñez y adolescencia, su manda de ayuda a las mujeres más desfavorecidas así lo atestigua. J esús R omero de Á vila G onzález -A lbo

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