GACETA DE LA SOLANA Nº269

Gaceta de La Solana 37 Colaboraciones y Cartas al Director Querida doña Angelines: D esde las páginas de GACE- TA, sus alumnas de La Solana quieren recordarla y darle las gracias por tantas horas de desvelo con nosotras. Por sus enseñanzas, las de la enciclopedia Álvarez y que usted nos ayudaba a entender, pero sobre todo por aquellas otras que no están en los libros, lecciones de buena persona, que su voz nos fue inculcando día a día. Nos ha ayudado a ser las personas que so- mos y sus enseñanzas nos encauzaron en la vida. Gabriela Mistral dejó escrita en su ‘Oración de la maestra’ una hermosa frase que, para nosotras, puede decir- se de usted: ‘Dame el ser más madre que las madres, para poder amar y de- fender como ellas lo que no es carne de mis carnes’. Humildemente, sus alumnas de La Solana también quie- ren dedicarle las siguientes palabras que recuerdan aquellos días de unifor- mes y escuela: Ni el lenguaje, con todas sus palabras. Ni la música, con todos sus acordes. Ni la pintura, con todos sus colores, expre- san con justeza el sentir del alma. Para decir de su figura clara, enmarcada en la luz de los balcones. De su afán por no- sotros, sus lecciones, sus palabras y su voz de castellana. De las tardes rumo- rosas de labores con lecturas ordenadas en voz alta, de sus consejos y los rezos de las flores. Pero allí donde no alcanza la palabra, ni llega la pintura y sus colo- res, estará el cariño que le habla. A lumnas de doña A ngelines N ieto AGRADECIMIENTOS: Nuestro compañero José Díaz y familia, agradecen las muestras de cariño, apoyo y condolencias recibidas tras la muerte de su madre, Antonia Díaz-Madroñero Candelas. Gracias a todos de todo corazón. Familia de los Padillas Angelines Nieto CARTAS AL DIRECTOR COLABORACIONES Por fortuna, GACETA llega allí donde un so- lanero quiere que llegue. Por España, por el mundo. Y nos encanta recibir y publicar en nuestras páginas imágenes como esta. Es la familia de los Padillas, en su terce- ra reunión, esta vez en un restaurante de Madrid, el pasado 31 de marzo, Sábado Santo. Nuestro interlocutor es Tomás Gar- cía de Dionisio Padilla y nos dice que cada vez lo pasan mejor compartiendo recuer- dos y anécdotas. “Lo bueno de estas cosas es seguir comprobando, año tras año, que todo lo que tenemos sigue igual y que lo más importante es el cariño de los tuyos, tantas veces olvidado”, afirma en su misi- va. Nos pide que traslademos las gracias a todos, “a esa gente tan mía y tan cercana que hace que estos días y estas reuniones sean maravillosas, y tengamos cada vez más ganas de preparar la siguiente; en la que estamos pensando ya, por supuesto”.

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