Gaceta de La Solana
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Colaboraciones
E
l sábado 16 de abril, a las 18:58 ho-
ras, la tierra tembló en Ecuador. El
movimiento de las placas litosféri-
cas Nazca y Sudamericana provocó un te-
rremoto de 7,8 grados en la escala Richter,
con epicentro en la costa norte, en las pro-
vincias de Manabí y Esmeraldas. Aunque
los mayores daños materiales y personales
se produjeron en la costa, sentimos el tem-
blor en todo el país.
En las ciudades de la sierra (los Andes,
que recorren el país de norte a sur) el seís-
mo no provocó grandes daños porque las
montañas amortiguaron el movimiento.
En Loja, la ciudad donde vivo, los edificios
se movieron durante ¡60 segundos! Me
parecieron horas. La gente local, a pesar de
estar acostumbrada, se asustó y corrió a la
calle por miedo a derrumbes. Los menos
acostumbrados tardamos más en procesar
el porqué de esa sensación de mareo tan
fuerte y de ese vaivén de las casas. Al poco
rato, en la calle y las redes sociales no se
hablaba de otra cosa.
La respuesta ciudadana fue inmedia-
ta. Lo primero, contactar con familiares
y amigos para asegurarse de que estaban
bien. Después, empezar a organizarse para
mandar ayuda a las zonas afectadas. Al
día siguiente, la noticia estaba en todos los
medios, en todos los locales y transportes.
No había otro tema de conversación.
Ecuador entero quedó conmocionado
y así sigue por este desastre natural. La
principal preocupación es asegurar unas
condiciones de salubridad para las per-
sonas cuyas viviendas han quedado des-
truidas. Las duras condiciones climáticas,
con temperaturas elevadas (25º de me-
dia) y abundantes lluvias en esta época
del año, multiplica los mosquitos y hay
temor a enfermedades como el dengue,
el zika o el chikungunya. En estas prime-
ras semanas se han enviado alimentos no
perecederos, agua (en estas zonas no hay
agua potable), repelente de insectos, telas
mosquiteras, tiendas de campaña, col-
chones, mantas, ropa, linternas o pilas re-
colectadas en supermercados, farmacias,
universidades o centros culturales en to-
das las ciudades del país. El gobierno ha
declarado el Estado de Excepción para
poder movilizar al ejército y a los cuer-
Tembló la tierra en Ecuador
pos de bomberos y de policía. Se trata de
trabajar en las tareas de rescate, deses-
combro y localización de personas desa-
parecidas, y para garantizar la seguridad
de ciudadanos y bienes. Se está recibien-
do ayuda humanitaria internacional y
equipos de rescate procedentes de países
vecinos como Perú, Colombia, Bolivia o
Chile, pero también de otros más lejanos
como Israel, Francia o España.
Ahora toca reconstruir las zonas afec-
tadas. Poco a poco, se empiezan a res-
tablecer las comunicaciones, pero es la
punta del iceberg. Hacen falta cantidades
ingentes de dinero y tiempo para recons-
truir las carreteras, las ciudades y los pue-
blos devastados por el terremoto. Aparte
de movilizar fondos de otras partidas
presupuestarias, el Gobierno se plantea
medidas excepcionales para aumentar la
recaudación, como subir el IVA y la con-
tribución sobre el patrimonio, o la dona-
ción de una parte del sueldo de quienes
ganen entre 1.000 y 5.000 dólares. Para
mantener el ánimo entre la población, ha
lanzado cuñas publicitarias que animan a
los ciudadanos a colaborar juntos por la
reconstrucción del país. Ecuador enfrenta
ahora un largo camino para superar este
desastre. Esperemos que con la ayuda de
todos puedan hacerlo cuanto antes.
Como extranjera en Ecuador, siento
que la comunidad internacional está re-
accionando de la forma esperada y que la
respuesta de los ecuatorianos está siendo
ejemplar. En la calle se perciben ganas
de ayudar, las propias instituciones ecua-
torianas siguen enviando voluntarios y
expertos y las donaciones particulares
continúan para tratar de devolver cuan-
to antes a la normalidad las vidas de los
compatriotas afectados. Ecuador enfrenta
ahora un largo camino para superar este
desastre. Esperemos que con la ayuda de
todos puedan hacerlo cuanto antes.
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2016
Ana Isabel García-Cervigón en Ecuador.