GACETA DE LA SOLANA 314

Gaceta de La Solana 54 Fotos de Antaño 75 años de la Academia Minerva S e cumple el 75º aniversario de la fundación de la Academia Miner- va, desaparecida en septiembre del año 1950. Dos grandes maestros, don Francisco Ortega Puga y don Antonio Muñoz Argüelles, fueron sus funda- dores. A ellos se unirían, al llegar des- tinados a La Solana, don César García Andrés y don Alfredo Casala. Viendo que alumnos de sus escuelas no podían continuar los estudios sin tener que desplazarse fuera de nuestra localidad, decidieron crear esta insti- tución académica. En ella podrían pre- pararse para los exámenes de Bachiller Elemental en el Instituto de Ciudad Real, lo que entonces se denominaba cuarto y reválida. Impartían las clases de las diferentes asignaturas en horario anterior y pos- terior al de sus respectivas escuelas. El alumnado, de ambos géneros, en las horas que no eran de clase se ubicaba en el local de la parte de la academia dedicado al estudio, y para mantener el orden y debido silencio, se encargaba de la vigilancia Carmen Almarcha, que estaba preparando las oposiciones para Magisterio. Cuando las aprobó, fue sus- tituida por Apolonia Jiménez, y poste- riormente por Pilar Velasco. La Academia Minerva estuvo situa- da inicialmente en unas dependencias de lo que hoy es Casa de la Iglesia, con acceso por el patio principal y justo en- frente de la también desaparecida Her- mandad de Agricultores y Ganaderos. Después, debido a la falta de espacio, se trasladó a otra parte del mismo edificio, pero con acceso directo a la plazoleta Don Diego, frente a la antigua báscula municipal. Los recreos los disfrutábamos en ‘la lonja’, donde se organizaban algu- nos partidillos con pelota. Recuerdo gratamente cómo Celedonio nos po- nía zancadillas con su muleta. Otras distracciones eran explotar las cuevas que ahora se han restaurado, o hacer explotar aquellos atrevidos petardos con el clorato y el azufre. Las chicas hacían salto de la comba o jugaban al truque. Este centro sirvió para que muchos de sus alumnos continuaran sus estudios y pudieron así definir su posterior vida profesional. Cuando se llevó a cabo la restaura- ción de la Casa de la Iglesia, se puso una placa en el patio, recordando las distintas actividades y servicios que allí se desa- rrollaron. La Academia Minerva fue ol- vidada, siendo ahora un buen momento para que esta institución sea recordada a través de nuestra Gaceta. No en vano, fue el primer centro donde en el pueblo se podían ampliar estudios. Sirvan estas lí- neas, por tanto, como recuerdo y home- naje a sus fundadores, así como a todos los maestros que continuaron su labor, pues se prolongó su existencia hasta que se creó el Instituto Modesto Navarro. A velino P érez del B arco Academia Minerva en una imagen del año 1953

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