GACETA DE LA SOLANA 314
Gaceta de La Solana 50 Nuestra historia zanares y 303 de Membrilla, despla- zándose juntos hasta Cartagena, donde los unieron a un grupo de rezagados de Albacete y otro de la villa conquense de San Lorenzo de la Parrilla. Los proce- dentes de Membrilla fueron embarca- dos en el filibote “El Felipe”, que había llegado desde La Esclusa al mando del capitán Jacques Cornelio, el cual había sido fletado por 14.400 reales. Los moriscos solaneros y manza- nareños, que en total ascendían a 562, fueron completados con los ya citados de Albacete y San Lorenzo de la Parrilla hasta un total de 812, siendo embarca- dos en el galeón “La Anunciada y San Pedro”, que era de mayor tamaño. Había sido fletado por 28.020 reales, siendo su fiador Franco Digueri y sus represen- tantes Diego de Santiago, Luís de Alda- ves y Pedro López. El barco procedía de Ragusa y al mando de su capitán Pedro de Omuchivichi, trasladó a los deporta- dos de La Solana hasta Francia, donde se asentaron 3 . Los bienes de los expulsados, pa- saron a manos de la Hacienda Real, aunque muchos de sus dueños, los malvendieron antes de su partida. Para administrar y vender los bienes confis- cados se nombraron por todo el terri- torio de Castilla un total de treinta y dos jueces administradores, conocidos también como comisarios, que a su vez delegaron sus funciones en otros ofi- ciales menores, los fieles, que se distri- buyeron en aquéllas poblaciones en las que hubiese presencia morisca, y cuya misión era localizar, gestionar y ven- der las pertenencias de los deportados. En muchos lugares el número de fieles elegidos para esa labor fueron dos, que también eran conocidos como comisa- rios locales o comarcales. El comisario encargado del territo- rio que comprendía Ciudad Real, y los campos de Calatrava, San Juan y Mon- Soldados vigilando a los moriscos embarcados tiel fue el licenciado Pedro de Cuevas, nombrado en 1610, al que sustituyó Francisco de Santander el 1 de febrero de 1613. En el Campo de Montiel, se designaron fieles en cuatro de sus po- blaciones: Villanueva de los Infantes, donde los elegidos fueron Hernando de Ballesteros Saavedra y Juan Gallego Ca- nuto; Membrilla con Francisco López Serrano y Andrés González de Agus- tín Álvarez; Villanueva de la Fuente, en la que se escogió a Fernando Díaz y a Francisco Sánchez, y finalmente en La Solana, donde no se han conservado los nombres de dichos oficiales 4 . De los datos antes citados, se observa un desfase de entre treinta y cincuenta familias moriscas, entre las asentadas y las expulsadas. Algunas se pudieron marchar antes de la expulsión, pero se intuye que varias se quedaron en la localidad, mimetizándose con los cris- tianos viejos, o de forma clandestina, protegidos por vecinos. Aunque care- cemos de datos fidedignos del Campo de Montiel, no nos debería extrañar que una parte de los expulsados regresaran, gracias a la cercanía de su destino, en Francia, y la mayor facilidad de cruzar las fronteras entre reinos cristianos, de la que carecían los desplazados al norte de África. En los lugares de los que sí se poseen datos, está constatado que un buen número de exiliados retornaron a sus hogares, como sucedió en Almagro a donde volvieron ochocientos, o Villa- rrubia de los Ojos en la que el número de retornados llegó a los 600 5 , casi un 80% de los expatriados. Se da el caso de un alcalde de Almagro, que poco des- pués de la expulsión, llegó a decir que parecía que en la villa no había tenido lugar 6 . Una muestra de la pervivencia de moriscos en La Solana la podemos en- contrar en el censo de 1650, donde los apellidos de algunas personas denotan un claro origen morisco, como Alonso Ruiz de la Mora o Sebastián Romero Moçarabe 7 . 3. LOMAS CORTES, M.: “El embarque de los moriscos en el puerto de Cartagena (1610-1614)” en Áreas: Revista Internacional de Ciencias Sociales nº 30. Murcia, 2011, pp. 88, 95 y 96. 4. MORENO DÍAZ DEL CAMPO, F. J. (2005): “Geografía de la expulsión morisca. Aproximación al análisis de la administración y venta del patrimonio de los moriscos expulsados de la Corona de Castilla” en Chronica Nova: Revista de historia moderna de la Universidad de Granada, 31. Granada, 2005, pp. 385-387, 412-413, 420-421. 5. BLAZQUEZ MIGUEL, J.: La Inquisición en Castilla-La Mancha. Universidad de Córdoba. Madrid, 1986, p. 43. 6. MORENO DÍAZ DEL CAMPO, F. J.: Los moriscos en la Mancha: sociedad, economía y modos de vida de una minoría en la Castilla moderna. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 2009, pp. 56-59. 7. Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real (AHPCR), administración local de La Solana, caja 16, expedientes judiciales (1562-1663), procesos civiles, censo de 1650.
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