GACETA DE LA SOLANA 314
Gaceta de La Solana 5 El reto de su tesis y la sirtuina 7 Durante cuatro años, hasta no- viembre de 2024, se volcó en estudiar las sirtuinas. Estas proteínas actúan como reguladores epigenéticos: no modifican directamente la secuencia del ADN, pero sí influyen en cómo se expresan los genes. Son, en cierto modo, interruptores que encienden o apagan funciones celulares vitales. En su tesis, se centró en dos contextos íntimamente relacionados: la hemato- poyesis -proceso por el que se generan las células sanguíneas y del sistema inmunitario- y la leucemia, que sur- ge cuando ese proceso se descontrola. La estrategia era clara: comprender a fondo cómo funcionan las células sa- nas para poder detectar qué falla en las enfermas. Una génesis a partir de la cual buscar soluciones. “Nos inte- resa el qué, pero sobre todo el cómo”, subraya. Su hallazgo más importante llegó mientras analizaba una de las siete sirtuinas existentes en mamíferos, en concreto la 7. Hasta entonces, apenas se conocía su función. Andrés des- cubrió que era esencial para el desa- rrollo de los linfocitos B, los glóbulos blancos encargados de la producción de anticuerpos. He ahí su gran apor- tación. “Lo que encontramos es que la sirtuina 7 interactúa con Pax5, que es la proteína más alterada en las leuce- mias de linfocitos B, y es capaz de re- cuperar sus funciones normales. Has- ta mi trabajo, se conocía muy bien la relevancia de Pax5 en leucemia, pero nadie había dado con una forma de traducir este conocimiento a nuevas terapias contra este tipo de cáncer”, explica con naturalidad. El descubri- miento es muy relevante: al demostrar que la SIRT7 influye de manera direc- ta en un proceso clave para la apari- ción de ciertos tipos de leucemia, se abre la puerta a nuevas estrategias te- rapéuticas. El camino a Nature Los resultados de su tesis se tra- dujeron en un artículo científico que Andrés, junto a su equipo liderado por Alejandro Vaquero, decidió en- viar a Nature Immunology en diciem- bre de 2023. Muchos le advirtieron de que era “imposible” entrar en esa revista, cuyo índice de impacto roza el 30. Contra todo pronóstico, aceptó el manuscrito para revisión. Duran- te ocho meses, el equipo trabajó en nuevas pruebas y experimentos exi- gidos por los revisores internaciona- les. El esfuerzo se vio recompensado en septiembre de 2024, cuando llegó la aceptación definitiva. En octubre, el artículo vio la luz. “Yo esperaba lo- grar algo así, con suerte, a los 40 años. Conseguirlo con 28 ha sido un sueño cumplido”. La publicación en Nature Inmu- nology no fue el único éxito. En 2023 ya había recibido el Premio Jóvenes Investigadores, patrocinado por la Fundación BBVA, en el marco del congreso de la Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular. Y en 2025 llegó el accésit a la segunda mejor tesis doctoral del país en su campo. Estos galardones han reforza- do una carrera que apenas está despe- gando: “Lo que me avala sobre todo es la calidad de la investigación, pero también haber podido presentar mis resultados en congresos internacio- nales y recibir este tipo de reconoci- mientos. Todo ello me coloca en una buena posición para aspirar a lo más alto en la carrera investigadora”, ad- mite con ilusión. El salto a Nueva York El siguiente paso es el postdoctorado, etapa imprescindible para consolidar un perfil independiente. Andrés lo tenía claro: quería ampliar su formación en un laboratorio puntero que le ofreciera nue- vas perspectivas. Revisó más de 400 gru- Acto de recepción del accésit a la mejor tesis doctoral, recibido en Cáceres El tema
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