GACETA DE LA SOLANA 314

Gaceta de La Solana 15 Semana Zarzuela derroteros”. Mientras tanto, se han ido puliendo las voces y la puesta en escena. “Con la ayuda de grandes pro- fesionales, el salto cualitativo ha sido impresionante”. Esa capacidad de adaptación, ha permitido implementar algunas no- vedades significativas en los últimos años. “Los tiempos te piden cambios y hemos sabido escucharlos porque lo que valía hace treinta años hoy no te vale”. Se ha modificado el acto de inauguración para dotarlo de un aire más dinámico, más elegante, incluso se han cambiado los galardones, ade- más de modernizar los carteles anun- ciadores. Las redes sociales son el nuevo aliado. “Si no estás en las redes, no existes. Hemos querido dar una imagen renovada e implicar a más gente”. Más compañías profesionales para una mayor competencia La apuesta por abrir el abanico de compañías en el festival, ha sido otro acierto. Tras una larga época de mo- nopolios, primero con la Compañía Lírica Española de Antonio Amen- gual y después con Musiarte de María Dolores Travesedo, ahora hay hasta cuatro formaciones diferentes, lo que eleva la calidad, y la competencia, en la Semana de la Zarzuela. “Hace que se piquen entre ellas y den lo mejor de sí. El público es exigente y nos obli- ga a mantener el listón alto. Además, las compañías saben que el mercado lírico de La Solana es goloso porque es un escaparate para ellos y, además, pagamos enseguida”. Con sencillez y humildad, antepo- ne el conjunto a lo personal. “Siempre hemos querido ser un grupo autóno- mo, con entidad propia, sin depen- der de nadie más allá del apoyo ins- titucional necesario. La ACAZ es un nombre, pero sobre todo es un grupo humano empujando en la misma di- rección”. Pone en valor que La Sola- na sea capaz de atraer entre 10.000 y 12.000 personas en ocho días para ver zarzuela. “Es algo que no hace nin- guna localidad de nuestro tamaño en toda España”. Con esas premisas, trabajan para que la Semana de la Zarzuela tenga el reconocimiento de Fiesta de Inte- rés Turístico Internacional. Ramón asegura que la tecla para convertirse en un referente mundial está en Ibe- roamérica. “Nuestra proyección na- tural es hacia allí, donde la zarzuela tiene raíces propias. Hay zarzuelas colombianas, mexicanas, cubanas… La idea es crear puentes culturales y atraer alguna compañía de esos países a La Solana, o incluso viajar nosotros allí”. Hace falta proyección en medios internacionales “y hasta habría que pagarles por difundir las noticias, habría que gastar un dinero, pero te daría más retorno en todos los senti- dos”. El papel de las administraciones es importante también. El gran desafío de producir zarzuela Sobre el momento actual que vive el género, se muestra optimista. “Para la edad que tiene, la zarzuela goza de salud, está viva, y mientras haya gente echando carne en el asador, tendrá fu- turo aunque los cambios generaciona- les sean complicados”. Subraya algunas iniciativas novedosas, como el progra- ma Zarza del Teatro de la Zarzuela de Madrid, que experimenta con monta- jes modernos y programas para jóve- nes. “Hay zarzuelas que se adaptan al cambio, pero otras no. Estas iniciativas tiene sus detractores, pero lo impor- tante es que siga sonando la zarzuela y garantizar ese relevo, que es lo difícil”. Las Jornadas Escolares han sembrado algunas semillas. “De ahí han salido algunos chicos y chicas que siguen con nosotros y también ha servido para que los chavales escuchen zarzuela y conozcan otras músicas distintas”. Y cuando habla de zarzuela, se refiere a un gran espectáculo compuesto por mucha gente. Una veintena de músi- cos, más de medio centenar de actuan- tes, decorados, atrezos… “No se pue- de comparar con el teatro, donde dos personas, una mesa y dos sillas pueden ser suficientes”. Por eso, es mucho más caro, añade. Más allá del teatro, Ramón López es un hombre de fe. “Tengo mucha devoción a la Virgen de Peñarroya y creo que su manto ha obrado el mila- gro de mantener viva esta asociación tantos años”. Confiesa que le hubie- ra gustado tocar el piano y prefiere rodearse de gente que le aporte algo en la vida. Tras más de cuatro déca- das manteniendo viva su pasión por la zarzuela, admite estar a gusto en la ACAZ. “Estoy orgulloso de pertene- cer a un grupo que ama la música y la cultura, y creo que la cultura a tra- vés de la música, nos haría un poquito mejores de lo que somos”. Ramón López interpreta El sembrador en el estreno de La rosa del azafrán por solaneros en 1988

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