GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 313
Gaceta de La Solana 50 Fotos de Antaño Aquellos segadores… A quel 22 de julio de 1967, víspe- ra de la feria de Santiago y Santa Ana, el campo ardía bajo el sol implacable y el trigo maduro esperaba el filo de la hoz. La siega era un rito, un esfuerzo colectivo que reunía a decenas de hombres, sesenta en esta ocasión, ali- neados frente a la inmensidad dorada de la Casa de la Sierra, junto a la carretera de Valdepeñas. Son solaneros de rostro cur- tido, camisa empapada y sombrero de ala ancha como el escudo contra la fatiga y el bochorno. La fotografía de Carranza in- mortaliza la imagen de quienes, hombro con hombro, tejían con sudor el pan de sus familias. No había más música que el crujir de la mies al caer, ni más descanso que la sombra escasa de un carrasco. Allí, en la llanura infinita, la siega era vida, memoria y destino: el vínculo eterno en- tre la tierra y quienes la trabajan. La frescura del parque y la sobriedad del traje U na tarde cualquiera de 1965. El parque municipal se convertía en escenario de juventud y elegancia. En esta foto aparecen dos jóvenes solaneros que representan una época: Manuel Lara Martín-Albo y Juan Antonio Moreno Parra. Posan con serenidad, trajeados con la formalidad que por entonces se ‘estilaba’. El traje oscuro, la corbata bien anuda- da y la rebeca de botones reflejan no solo la moda de los años sesenta, sino también el respeto por las normas sociales y el or- gullo de mostrarse impecables en público. El entorno verde del parque añade un aire de frescura y contrasta con la sobriedad del atuendo. Esta instantánea captura el espíritu de aquellos jó- venes que crecían entre sueños y amistades.
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