GACETA DE LA SOLANA 312

Gaceta de La Solana 82 La Gaceta Deportiva A urelio M aroto I ván Romero de Ávila Araque, nuestro Iván Romero, está a punto de iniciar una temporada de las más ilusionantes de su carrera. Con 24 años, no ve la hora de jugar de nuevo en Primera División. Ya lo hizo con el Sevilla FC, pero es el Levante UD el club que le ha devuelto la ilusión. Su meta es clara: consolidarse en la élite del fútbol español y disfrutar de continuidad. Iván llega a la entrevista con GACETA con una sonrisa am- plia. Se le ve feliz, y a la vez motivado. Confiesa cierta ansiedad por volver a entrenar, preparado para darlo todo sin arrastrar ya lesiones que lastraron su rendimiento, y quién sabe si metas más altas. Pero no mira al pasado, que ya no cuenta. Quiere comerse el futuro. El jugador se siente fuerte, con las pilas re- cargadas tras un descanso que, aunque breve, ha servido para desconectar y recuperar fuerzas. Y nada mejor que su tierra, La Solana, para encontrar ese respiro. “Estar con mi familia y amigos aquí en el pueblo me ayuda a desconectar y a recargar energía para volver con más ganas a entrenar”. Perseverancia, esfuerzo y raíces Iván Romero es, sin duda, un ejemplo de perseverancia, es- fuerzo y pasión. Desde La Solana hasta el Ciutat de València, nuestro todavía joven futbolista sigue escribiendo una historia de éxito, acompañada de sueños grandes y una conexión muy especial con sus raíces. En Valencia sentirá el aliento de los solaneros. Allí seguirá siendo Iván ‘El Terrible’. Su perro, Terri , se lo recuerda cada día cuando sale a pasear con él a orillas del Turia. Esta temporada, todos los solaneros seremos grano- tas… además de amarillos. ¡Suerte, Iván! Iván Romero, el sueño vuelve a empezar La temporada pasada fue, en términos generales, la mejor de Iván. Aunque no ha sido fácil, las lesiones le respetaron más y pudo disfrutar de más minutos en el Levante, donde se convirtió en pieza clave. “Le doy un diez a esta temporada, porque no solo logramos el ascenso, fuimos campeones y eso siempre tiene un valor especial”. El momento más emotivo, sin duda, fue la celebración del ascenso, un instante que Iván vivió entre lágrimas y emociones intensas junto a su familia y amigos, que lo vivieron en directo. Iván no solo destaca en el campo, también es agradecido a quienes le han apoyado en su trayectoria. Recuerda con especial cariño a sus padres, que sacrificaron mucho para que pudiera cumplir su sueño desde que con 14 años cam- bió La Solana por Albacete. También menciona a entrena- dores y amigos que han sido pilares en su formación perso- nal y profesional. Sin embargo, la vida de un futbolista de élite está lejos de ser un camino de rosas. “Hay muchas renuncias, desde perderse cumpleaños de familiares o salir con amigos hasta llevar una alimentación estricta y cuidar cada detalle para rendir al máximo”. Ese “trabajo invisible” detrás de los fo- cos es, a menudo, poco reconocido. “Solo ve el glamour del fútbol, sin comprender el sacrificio diario que implica”. Iván lleva su fama en Valencia con naturalidad, disfrutando del cariño de los seguidores y de la cercanía que aún conser- va con su pueblo natal, donde es un auténtico embajador. Aunque la atención mediática puede ser intensa, sobre todo en una ciudad como Valencia, reconoce que para él lo más importante es mantener los pies en la tierra y seguir traba- jando con humildad. El delantero de La Solana es consciente de que esta tem- porada es crucial para afianzarse en Primera con el Levan- te. En Orriols se siente integrado, feliz. Siente la confianza del entrenador, espera aportar goles y buenas actuaciones para ayudar al equipo a mantenerse en la máxima catego- ría. Además, sueña en grande: “Me imagino marcando go- les en el Metropolitano, el Bernabéu o el Camp Nou”. Esa ambición, junto a su compromiso, vaticina un año lleno de emociones y retos. Iván Romero mira a un futuro ilusionante.

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