GACETA DE LA SOLANA 312
Gaceta de La Solana 43 Reportaje romanas, calderos y útiles de cocina de acero y hojalata. Tam- bién se pueden ver las anticuadas cántaras para la leche, bom- bonas (damajuanas) de distintas medidas, y un amplio surti- do de objetos de cerámica pintados a mano como cántaros, platos y bebederos de corral. No vende. El valor es sentimental Hay varios armatostes de madera, como una fresquera con botellines de antaño originales, una especie de polera o máquina de helados, una artesilla para lavar, un entremiso donde se elaboraban los quesos y hasta una vara castella- na (equivalente a 0,83 metros con la que se tasaban casas y solares). También hay un hueco para los cestos, capachos y otros aparejos elaborados con pleita. Y por supuesto, reliquias religiosas. La mayoría de los objetos fueron encontrados, otros han sido donaciones y algunos comprados. “Aquí han venido anticuarios a comprarme y al final he sido yo el que les he comprado alguna cosilla”, afirma. Muchas piezas lle- garon muy deterioradas, pero con habilidad y paciencia ha conseguido restaurarlas. “Mis hijos me dicen que tengo mu- chos trastos, aunque para mí es como un museo y cualquiera puede verlo ¡Que no cobro por ello!”, bromea. Y no sólo es lo que se ve, sino todo lo que tiene almacenado en cajas por falta de espacio. Una genuina antología etnológica y una oda a tiempos remotos. Ya jubilado, invierte todo su tiempo en la limpieza y mantenimiento de un impresionante vergel, re- pleto de costumbres y tradiciones de la tierra. “No tiene mérito, pero yo disfruto mucho con esto”. No le hace falta más. El jardín de Perico es un vergel que evoca historia y tradición Pleita, hoces, cantimploras, rastrillos, barreños de barro... Un museo en sí mismo.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NTEwODM=