GACETA DE LA SOLANA 312

Gaceta de La Solana 106 Nuestra historia nuevos, de los que nueve eran vecinos de Villanueva de los Infantes y uno de Villahermosa 5 . Otro objetivo de las autoridades era que los moriscos no pudieran despla- zarse sin permiso, necesitando de un salvoconducto para salir de la pobla- ción a la que habían sido adscritos. El Consejo de Castilla dictó unas reco- mendaciones muy estrictas en ese sen- tido, para evitar que pudieran mover su residencia fuera del pueblo o parti- do en los que habían sido instalados, y sólo en casos justificados se autorizaría su traslado. El gobernador del Campo de Montiel, decidió cumplir el manda- to a rajatabla, ordenando que saliesen patrullas de gente armada, para traer a los fugados, y que los oficiales munici- pales de todos los pueblos hicieran un registro y lista de los pobladores nuevos avecindados en ellos. Pero en la práctica, la situación era muy distinta, pues muchos eludían di- cho mandamiento. Entre diciembre de 1570 y mayo de 1571, salieron un total de 155 del Campo de Montiel, de los que sólo 48 habían sido autorizados para ello. Entre ellos había 14 de La So- lana, junto con 44 de Villanueva de los Infantes, 10 de Torrenueva y otros tan- tos de Villahermosa 6 . El 14 de septiembre de 1571, el go- bernador del Campo de Montiel, Ruy Barba, se desplazó a La Solana, reunién- dose con los oficiales del ayuntamiento: los alcaldes ordinarios Francisco Gon- zález Serrano y Alonso Gómez y, los regidores Mateo Lope, Juan Moreno y Juan González Herreros, a los que dijo « que a sido informado que los moriscos que en esa villa ay por orden de su ma- gestad se an ydo y ausentado desta villa muchos dellos contra lo que su magestad les tiene mandado y para que se recojan estos en esta villa », les ordenó que « yn- quieran y sepan donde están los que se an ydo » y con cartas de justicia y man- damientos suyos envíen a por ellos y los traigan de nuevo a la localidad, para que se cumplan las órdenes del rey. Con el objeto de evitar que las fu- gas volvieran a suceder en el futuro, les mandó que todos los meses « los junten en la yglesia y los pasen sobre matricula para que se vea si alguno falta y hagan buscallo », tal y como se ha mandado. Para asegurar el cumplimiento de esa orden, se amenazó a los oficiales del concejo con fuertes multas: cincuenta mil maravedíes a cada uno de los alcal- des y veinte mil a los regidores 7 . Pese a todo, continuaban fugándose, y en 1574 fueron capturados dos en Córdo- ba, Alonso García y su hijo Miguel, que estaban adscritos a La Solana, portando Rebelión de las Alpujarras 5. GÓMEZ VOZMEDIANO, M. F.: “La expulsión de los moriscos granadinos de la Mancha a inicios del siglo XVII” en Chronica Nova: Revista de historia moderna de la Universidad de Granada nº 36 . Granada, 2010, pp. 72-73. 6. MORENO DÍAZ DEL CAMPO, F. J.: “El discurrir cotidiano…, 2004, pp. 105-107. 7. AMLS, libro 10, acuerdos del ayuntamiento de La Solana (1561-1575), 14 de marzo de 1571.

RkJQdWJsaXNoZXIy NTEwODM=