GACETA DE LA SOLANA 311
Gaceta de La Solana 54 Nuestra historia C omo hemos visto, a lo largo de 1569 y sobre todo en 1570, fue- ron asentadas unas cien familias moriscas en La Solana, procedentes del reino de Granada, lo que supuso una auténtica revolución demográfica, pues representaban cerca de un 15% del total de sus habitantes. Este aporte poblacional fue una de las causas del gran impulso demográfico que vivió la localidad en la segunda mitad del siglo, pasando de los 500 vecinos existentes en la villa en 1550, a los 700 de 1575, siendo la mitad del aumento provocado por la llegada de los moriscos. En un principio, los nuevos poblado- res fueron bien acogidos. El 11 de ene- ro de 1571, los oficiales del concejo, en respuesta a una cédula real y siguiendo el mandato del gobernador del parti- do, que les pedía información sobre « la orden e asiento de los moriscos que ay e biben en esta villa traydos del Reino de Granada », comunicaron que en ese momento había en la villa setecientos vecinos, más o menos. Eran atendidos espiritualmente en una sola parroquia, la iglesia mayor de Santa Catalina, y de ellos « avra en la dicha villa cien casas de moriscos que son ombres que biben de trabajar de labradores y de traer leña y labrar esparto » y entre ellos no había ninguno que tuviera oficios mecánicos. También indicaron que la economía de los vecinos « para poder bibir e sus- tentarse comúnmente es de labradores e criar ganados e viñas e algunos oficiales herreros, çapateros e sastres », por lo que la llegada de los nuevos pobladores y su experiencia laboral se adaptaba cla- ramente a las necesidades de mano de El asentamiento de los moriscos granadinos en La Solana (Extracto del artículo publicado en el número 8 de la Revista de Estudios del Campo de Montiel) La Solana en la guerra de las Alpujarras y la dispersión de los moriscos granadinos (IV) obra para el sector primario. Ello favo- recía que pudieran « bibir e acomodarse las dichas cien casas de moriscos que ay e biben en la dicha villa de presente », a lo que se sumaba que para las labores agrícolas y ganaderas « ay necesidad de gente para lo susodicho porque de causa de la guerra y enfermedades se a gasta- do mucha gente de servicio », por lo que la llegada de un fuerte contingente de personas, dispuestas a trabajar, suponía que la villa « reçibe provecho y no daño » 1 . Por otro lado, no representaban com- petencia para los artesanos locales, que se dedicaban a la producción del sector textil y de la forja, sino que al contrario, su pericia en la confección de utensilios y enseres de esparto, muy útiles para el transporte y el almacenamiento de los productos agrarios, de la que carecían los vecinos de la villa, generó una ri- queza añadida y cubrió una necesidad del pueblo. Este trabajo del esparto, se ha mantenido en La Solana hasta hace muy pocos años, estando ligado sobre todo al barrio de San Sebastián, situa- do en las proximidades de la ermita que lleva su nombre, en una zona periférica de la población, donde posiblemente se asentarían numerosos moriscos, como está acreditado por la documentación de esa época, pues vemos como unos « cristianos nuebos desta villa » pagaron 8 ducados –3.000 m Xaravedíes–, por el arrendamiento de la casa de la bula de la ermita de San Sebastián, situada jun- to a ella, durante el año 1597 2 Teniendo en cuenta la especializa- ción de este barrio en el trabajo con el esparto o pleita, no sería de extrañar que muchos artesanos moriscos habita- ran en él y extendieran dicha tradición por la zona. En julio de 1575, el ayun- tamiento de la localidad dictó varios mandamientos, entre los que encontra- mos uno dirigido específicamente a los moriscos, prohibiéndoles que llevaran serones –cestos gemelos de esparto que se colocaban encima de las caballerías–, sin licencia del ayuntamiento hasta el día de San Miguel, bajo pena de dos rea- les y la incautación del serón. Ello nos muestra cómo se encargaban de la con- fección y utilización de estos elementos, La ermita de San Sebastian fue una zona donde se establecieron los moriscos 1. Archivo Municipal de La Solana (AMLS), libro 10, acuerdos del ayuntamiento de La Solana (1561-1575), 11 de enero de 1571. 2. Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real (AHPCR), religiosos de La Solana, signatura 2, libro de cuentas del mayordomo de la bula y ermita de San Sebastián (1574-1610), visita de 1597. C arlos F ernández -P acheco S ánchez -G il y C oncepción M oya G arcía
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