GACETA DE LA SOLANA 310

Gaceta de La Solana 30 Entrevista “La psicología me ha ayudado a entenderme y a comunicarme mejor” La solanera Cristina Rodríguez-Rabadán ha logrado el premio del Consejo Social de la UNED al mejor expediente académico, con 37 años G abriel J aime P asó del “no me gustaba estudiar” al “nunca es tarde para aprender”. Constancia, disciplina, motiva- ción y superación son algunos de sus valores. Todo un ejemplo de tenacidad, fuerza de voluntad y de excelencia aca- démica. De otra manera, no es posible culminar de forma tan brillante un reto que convirtió en algo personal. Bajo la influencia astral de Tauro, ha demos- trado que es fuerte y sensible a la vez, además de testaruda. Persona de fe, le encanta ayudar a los demás, nos dice. En un alarde de seguridad, afirma que suele lograr lo que se propone, y que sus metas no tienen límites. Así es Cristina Rodrí- guez-Rabadán Alhambra, una chica con vocación tardía, pero no baldía. Sus profesores de secundaria ya le avisaron de su potencial para cursar carrera universitaria, pero no les hizo mucho caso. Tras concluir la ESO, se ilustró como esteticista y practicó la profesión durante cinco años. Más tarde, tuvo un negocio de moda y complementos, pero tampoco le con- vencía. Fue ahí donde sintió las ganas de formarse y cambiar de aires. “Vi el momento y se me encendió el chip. Es como los curas que escuchan la llama- da… y aquí estoy” confiesa a GACETA. Al cumplir 33 primaveras, arrancó su andadura en la UNED con el curso de acceso para mayores de 25 años. Un trampolín hacia el grado de Psicolo- gía, que terminó con una radiante nota media de 8. “Prácticamente empecé de cero, con mucha disciplina y creando un hábito de estudio que no tenía”. La experiencia fue más que satisfactoria y sirvió para sentar las bases de su si- guiente desafío: completar los cuatro cursos de carrera en tres años. “No hay una edad para hacer determinadas co- sas, pero vas cumpliendo años y… la edad es la que me impulsó a hacerlo. Fue un reto para mí misma y lo he cum- plido a rajatabla”. A partir de una pizarra Una vez matriculada, lo primero que hizo fue comprarse una pizarra. Allí puso todas las asignaturas del grado y las dividió en tres años para evitar un cuarto curso. El guión era milimétrico. “Tenía previsto hasta la nota media que debería sacar, y si he fallado habrá sido por alguna decimilla”. Tres años des- pués, como había planeado, se graduó con una nota media de 8,7, una docena de matrículas de honor y muchas posi- bilidades de haber sumado alguna más en su brillante expediente. Reconoce que ha sido una etapa dura y sufrida. Se levantaba a las 5:30 de la mañana y no paraba de estudiar. Nue- ve horas diarias de exigencia máxima. Cuatro años sin salir apenas, incluso compatibilizando con algún trabajo. “He tenido que renunciar a muchas cosas con la familia, las amigas… Me comprometí totalmente con lo que yo quería”. Confiesa que el estrés del últi- mo año “ha sido brutal”. Durante ocho meses, compaginó el Trabajo Fin de Grado (TFG) con su incursión laboral como administrativa en un Plan de Em- pleo que ejerció en Servicios Sociales del Ayuntamiento de La Solana. Beca del Banco Santander Cada día incrementaba conocimien- tos y recogía las recompensas de su esfuerzo. Al segundo año de carrera, ganó la beca Supera del Banco Santan- der, dotada con una ayuda económica. “Había dos becas y me correspondían las dos por requisitos, pero eran incom- patibles y sólo me dieron una”. Un logro que elevó todavía más su motivación y autoestima, según reconoce. Pero eso no es todo. Tras concluir notablemente el grado de Psicología, fue reconocida con el premio del Consejo Social de la UNED al mejor expediente académico del curso 2023-2024. Un galardón al al- cance de muy pocos, que recogió, junto Cristina y su familia el día de la graduación.

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