GACETA DE LA SOLANA 309

Gaceta de La Solana 40 Cultura Paulino Sánchez y Benjamín Rey hablaron sobre las apariciones. Capilla del Consuelo, en Santa Catalina. P aulino S ánchez D elgado (C ronista O ficial de la V illa ) E l 25 de mayo de 2025 se cumpli- rán 175 años de la aparición de la Virgen del Consuelo a María Antonia García Parra Naranjo en la ca- pilla de San Ildefonso, de la parroquia de Santa Catalina. Desde la Herman- dad de Santiago Apóstol, hemos queri- do introducir en los temas de nuestras XIV Jornadas Santiaguistas la efeméri- de, como prólogo a la preparación del próximo año. Este artículo pretende recordar algunos aspectos sobre el con- texto en el que se desarrolló este hecho, acaecido durante el reinado de Isabel II y cuando y el gobierno del general Nar- váez, que gobernaba con mano férrea. Según el Diccionario Histórico-Geo- gráfico de España del año 1849, La Solana tenía 7.635 habitantes y 839 casas. Su presupuesto municipal era de 33.250 reales, que se cubrían por repar- timiento vecinal. El alcalde en el bienio 1850-1851 era Francisco de Paula Jarava. El término municipal lo bañaba el río Azuer, al sur, y producía trigo, candeal, jeja, centeno, cebada, aceite, vino y aza- frán. Se mantenía ganado lanar, cabrío y algunas mulas y se criaba caza menuda. Había muchos telares de lienzos, estame- ñas, bayetas y paños bastos, alfarerías de tinajas y otras vasijas menores, hornos de teja y ladrillo. En el apartado religio- so, La Solana tenía la iglesia de Santa Catalina, dos conventos -uno de ellos suprimido- y ocho ermitas. María Antonia García Parra Naranjo nació en la casa nº 12 de la calle Ancha, antes número 16, según indica en el libro Biografía de tres personajes man- chegos el anterior Cronista de la Villa, Antonio Romero Velasco. Sus padres, Antonio y María Dionisia, eran de con- dición humilde, por lo que la cultura que adquirió merced al sacrificio económico de sus padres fue escasa, aunque apren- dió a leer y escribir. Juan Alfonso López de la Osa, en el libro La Virgen del Con- suelo, señala que fue bautizada el 26 de mayo de 1817 y que su deseo era “ vivir en Jesús, copiar a Jesús en su humildad, en su pobreza, en sus llagas y en sus sufri- mientos. Jesús fue su vida y su todo”. Según la tradición, la primera apari- ción tuvo lugar en la parroquia de Santa Catalina, en la capilla del lado de la Epísto- la dedicada a San Ildefonso, el 25 de mayo de 1850. María Antonia acudía a orar ante la imagen de la Virgen de los Dolores y en su encuentro, la Virgen le ‘indicó’ que lo comunicara a su confesor: “ para que éste mandara hacer una estampa, en la forma que ella veía y que la denominará laMadre del Consuelo, pues que era su voluntad se propagara y extendiera su devoción, bajo ese título, porque siendo su principal cui- dado consolar toda clase de afligidos, se la honraba muy poco con esta advocación. Que también dijera al mismo compusiera al efecto una novena. Que de hacerlo así y ser acatada y cumplida su voluntad, con- cedería muchas gracias y favores a ella, su pueblo y a cuentos fueran sus devotos”. La aparición en 1850 de la Virgen del Consuelo a María Antonia Parra El libro añade que la Virgen tuvo otros dos encuentros con María Antonia, en concreto los días 8 de junio y 12 de julio. María Antonia siguió viviendo en el pueblo que la vio nacer y pudo ver ter- minada la estampa, así como el cuadro que se pintó y la imagen que se colocó en la capilla en 1855, que despertó una gran devoción a la Virgen del Consue- lo. Después ingresó como monja en las Concepcionistas de Manzanares, to- mando el nombre de sor María Antonia de Jesús. Allí le sorprendió la muerte, a 5,20 de la tarde del lunes 16 de enero de 1860 tras una larga y dolorosa agonía. En ese convento se conservaban varios cuadernos con escritos de María Anto- nia, entre ellos una salve a la Virgen del Consuelo. Cabe señalar que se le atribu- yen milagros a la Virgen, uno en el siglo XXI por la supuesta curación de un jo- ven de Illescas (Toledo) en el año 2006.

RkJQdWJsaXNoZXIy NTEwODM=