GACETA DE LA SOLANA 308

Gaceta de La Solana 50 Nuestra historia C arlos F ernández P acheco y C oncepción M oya G arcía E n diciembre de 1568, tras muchos años de intentos de asimilación, limitando sus costumbres, tradi- ciones, religión y lengua, y forzando su conversión al cristianismo, los moriscos del reino de Granada se rebelaron. La revuelta tuvo éxito en las zonas rurales de la sierra de las Alpujarras, dando lu- gar a un largo, despiadado y cruel con- flicto que se prolongó hasta marzo de 1571. Los rebeldes solo fueron derrota- dos tras asumir Don Juan de Austria el mando del ejército cristiano, con duras operaciones de castigo,una política de dispersión de la población civil, y la ac- ción de tropas experimentadas apoya- das por las milicias. La necesidad de refuerzos para la guerra y el hecho de que la mayoría de las tropas profesionales estuvieran ocu- padas en los distintos conflictos interna- cionales de la monarquía hispánica, pro- vocó que en un principio se tuviera que recurrir a las milicias locales y comarca- les. Estas fuerzas, aunque tenían un me- nor entrenamiento y capacidad, fueron utilizadas para apoyar las acciones de los militares profesionales. En el Campo de Montiel se movilizó la compañía del partido, solicitando a los pueblos que lo constituían, la aportación de hombres y armas para su formación y posterior en- vío a la zona de conflicto. Las primeras medidas militares en el Campo de Mon- tiel, se tomaron poco después de un mes de iniciarse el conflicto. El 4 de febrero de 1569 se reunió el concejo de La Sola- na, formado por los alcaldes ordinarios Pero Díaz y Francisco García, y los regi- dores Juan de Morales, Francisco Ruiz, Juan Moreno, Alonso Díaz, Bartolomé Martínez y Pero Gallego de Castro, en el que trataron sobre un mandamiento re- cibido de Damián Guajardo, gobernador y justicia mayor del partido del Campo de Montiel. En el mandamiento se ordenaba que el domingo próximo del mes de febrero, todos los pueblos del partido debían en- viar a Villanueva de los Infantes, una o dos personas de las más expertas en los « negocios de guerra », para presentarse ante el gobernador, y que el dicho día « platiquen e confieren con el dicho señor gobernador negocios de guerra y desta que de presente es al pie de Granada » . Los oficiales del concejo, en presen- cia del procurador de la villa, Alonso Tercero, eligieron a las personas que dos días después debían marchar a Vi- llanueva de los Infantes: el regidor Juan de Morales y el procurador ya citado, con el poder necesario para hablar so- bre la guerra y el compromiso de que el pueblo cumpliría con el servicio que le demandase el rey Felipe II. En el mismo documento, el gober- nador solicitaba que se le enviara testi- monio de la vecindad del pueblo y de los bienes de propios de la villa, con el objetivo de conocer su capacidad para aportar hombres y medios para la gue- rra. Por ello, se le encargó al escribano de la villa, Juan Pérez de Monguía, con- sultar los libros de servicio y de propios, para dar respuesta a dicha solicitud 1 . La aportación militar en hombres solicitada a La Solana ascendió a cin- cuenta infantes, de cuyo envío dieron fe los alcaldes ordinarios de la villa, Juan González Herreros y Francisco de Cas- tro, el 6 de noviembre de 1569, al nuevo gobernador del partido, Ruy Barba de Coronado. Los cincuenta hombres fue- ron elegidos entre los vecinos, realizan- do el escribano una relación de los actos para su elección y envío 2 . Los soldados aportados por la vi- lla llegaron al frente de batalla en un momento difícil para las tropas reales, La Solana en la guerra de las Alpujarras y la dispersión de los moriscos granadinos (I) (APORTACIÓN DE LA SOLANA AL ESFUERZO BÉLICO) Acuerdo del Ayuntamiento de La Solana sobre la guerra de Granada. 1. Archivo Municipal de La Solana (AMLS), libro 10, acuerdos ayuntamiento de La Solana (1561-1575), 4 de febrero de 1569. 2. AMLS, libro 10, acuerdos ayuntamiento de La Solana (1561-1575), 6 y 7 de noviembre de 1569.

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