GACETA DE LA SOLANA 308
Gaceta de La Solana 13 Semana de la Zarzuela “Solo puedo hablar maravillas de Ma- rieli, que me enganchó y técnicamente me enseñó muchísimo. Descubrí la im- portancia del diafragma y de la respi- ración a la hora de cantar”. Junto a su compañero Antonio Jesús García-Ca- talán, fue puliendo sus dotes vocales y artísticas. “Al principio, no trabajamos mucho la parte interpretativa, algo que hemos potenciado en los últimos años porque no somos profesionales, aunque muchas veces se nos exija como tales”, admite. María Dolores Travesedo, Mi- lagros Martín o Ricardo Muñiz también han contribuido a su formación. La primera zarzuela que interpretó fue El huésped del sevillano . “Debuté en los coros, pero como había pocos hombres, teníamos que hacer otros pe- queños papeles”. También fue policía en La verbena de la paloma, cantó una canción italiana en Agua, azucarillos y aguardiente , y actuó de igual forma en los coros de La parranda y Los gavila- nes . Pero un nuevo montaje en el año 2018 trazó un antes y un después. “ El dúo de la africana marcó un punto de inflexión en mí. Tuve un poco más de texto y ahí canté la romanza de Simp- son (Despierta negro) de La tabernera del puerto , una pieza para bajo donde creo que destaqué vocalmente. Se em- pezaron a fijar en mí y me sirvió para hacer piña con todos”. Tuvo el rol de Pé- rez “una especie de Moniquito porque estaba metido en todos los fregaos”. El desafío de ser Moniquito Aquello fue premonitorio. En 2022 terminaría haciendo el rol del burlesco y zascandil protagonista de La rosa del azafrán . Un año antes, Luis Romero de Ávila le ‘nombró’ sucesor. “Nunca pen- sé que me darían ese papel, pero no lo dudé y lo acepté con naturalidad. Como estamos tan pocos hombres, al final te termina llegando uno u otro persona- je”. Su debut como tenor cómico y actor genérico “fue un reto importante, de compromiso y sacrificio”. Luis es un re- ferente, pero añade que “he adaptado el personaje a mis capacidades y a mi pro- pia manera de interpretarlo”. En todo caso, deja claro que a veces nos cegamos en que hay que ser solanero para hacer ‘ La rosa’ - “Es un tema polémico, porque yo creo que puede hacerlo cualquiera que sienta el papel, sea de donde sea”. “Haré lo que me propongan” Desde su tesitura de bajo, revela que se siente cómodo como tenor cómico, incluso podría atreverse con algo de ba- rítono, aunque para ello tendría que for- zar la voz, confiesa. Llegados al extremo, ¿Podría desempeñar otro rol en el elen- co? “Hacer de Juan Pedro es la aspiración que todos podemos llegar a tener, pero por mis condiciones físicas, y también vocales, a lo mejor me toca más hacer los papeles cómicos”. En todo caso, aclara: “Haré lo que me proponga la directiva, aunque tenga que trabajar duro, y siem- pre que esté todo el mundo de acuerdo”. Aunque reconoce que los papeles principales están escritos para tenor, tiene sobrada osadía para afrontar cual- quier reto vocal y escénico. Se imagina con algún rol en Los gavilanes , y hasta se ve como El casto José en La corte de Faraón . “Muchos queremos hacer zar- zuelas nuevas, pero es difícil por todo lo que conlleva, así que lo veo lejano”. Tras el rostro de Moniquito, el más re- levante que ha desempeñado hasta aho- ra, ha sentido el apoyo y el beneplácito del público. “Es muy grande cuando la gente te aplaude, todo el mundo se va contento y te emocionas por ello”. Mientras sigue fantaseando con West Side Story , o su favorito Moulin Rouge , Jose González ya ha colmado sus expec- tativas artísticas. “Una de mis pasiones era ser actor de musical, y aquí no creo que hagamos ese tipo de producciones, pero cantar con una orquesta en ese tea- tro, con esos decorados y demás, es una sensación indescriptible”. A la espera de nuevos desafíos, y con la complici- dad de todos sus compañeros, continúa empeñado en cantar, disfrutar y mante- ner el género lírico, tres buenas razones para ser presente y futuro en la ACAZ. Llamamiento a los hombres Confiesa una realidad: hay poca re- generación en la ACAZ. Y lamenta es- pecialmente la carencia de hombres, como si fuera un déjà vu de lo que su- cede en la Agrupación Folklórica ‘Rosa del Azafrán’, donde encontrar hombres es casi una rareza. Enfatiza la enorme importancia de contar con relevos para los solistas a fin de evitar dobletes, “ya que supone un enorme esfuerzo físico y mental”, apostilla. Por eso, hace un llamamiento a todos los que tengan in- quietud por unirse al grupo. “La zarzue- la es accesible para mucha gente que le gusta cantar. Les invito a que vengan a probar. Primero hay que pensar a ni- vel colectivo (en el coro) y en disfrutar, porque lo demás llegará solo”. También pone en valor la evolución del colectivo. “Mejoramos cada día. Si comparamos La rosa del azafrán y otros títulos que hacíamos hace veinte años con los de ahora, no tienen nada que ver”. Haciendo de Moniquito en una escenificación callejera.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NTEwODM=