GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 305

Gaceta de La Solana 8 El Tema P aulino S ánchez D elgado (C ronista O ficial de la V illa ) Mucho se ha escrito y mucho se ha ha- blado -y seguirá haciéndose- sobre don Alonso Quijano y la población de la que partió, ya como don Quijote, para iniciar sus aventuras que luego se hicie- ron universales. Un núcleo que ha sido reivindicado, y continúa siendo, por muchas localidades que quieren ser ese lugar de La Mancha. Lo escrito por Miguel de Cervantes es una novela, pero lo relativo a los per- sonajes y, sobre todo, a los lugares que describe y a los que no nombra directa- mente, fueron conocidos por el autor y existen documentos que los reflejan an- tes de editarse el universal libro. Sí deja claro Cervantes lo relacionado con la salida de su lugar, desde el que comien- za a caminar, que es el antiguo y cono- cido Campo de Montiel. Y no se puede cuestionar que La Solana es una de las poblaciones que, tanto geográfica como históricamente, está incluida. Como quiera que la geografía es más antigua que la historia, remitimos a los interesados en ella al magnífico estu- dio del profesor Gregorio Planchuelo Portalés titulado “Estudio del Alto Gua- diana y de la Altiplanicie del Campo de Montiel”. En el mismo deja clara la pertenencia de La Solana a ese campo en lo geográfico, aunque limite con la denominada Mancha Baja, y que en la actualidad para los temas administrati- vos de agricultura se incluye en la mis- ma por los diversos organismos. En la parte histórica, nos limitamos a recoger lo que nuestros paisanos escribieron en el año 1575. Lo hicieron en respuesta a las preguntas realizadas por el rey Feli- pe II, lo que se conoce como Relaciones Topográficas, es decir, los datos de cada localidad pedidos por el monarca. El capítulo cuarto señala: “… la dicha villa de La Solana cae en el reino de Tole- do en la provincia y partido que llaman Campo de Montiel comúnmente”, mien- tras que en el séptimo se puede leer: “… que la dicha villa de La Solana es pueblo de la Orden de Santiago” . Más adelante, en el capítulo veinte, se habla de los ríos cercanos, como el Azuer y el Guadia- na. Igualmente, se ofrecen datos sobre las Lagunas de Ruidera. En ese capítulo nuestros antepasados aluden a parajes y personajes que son protagonistas en la obra cervantina. En la descripción de las lagunas, de la que solo recogemos algunos apuntes para no alargar este artículo, encon- tramos que aparecen los Batanes, que tanto asustaron a don Quijote y San- cho Panza. En concreto se indica: “… bajo los otros molinos hay tres batanes y una huerta y casa donde se recogen las maquilas y rentas de los dichos hereda- mientos el cual es de la Mesa Maestral de Santiago y su Magestad”. Cabe señalar que las lagunas pertenecían entonces al término de Alhambra, de la Orden de Santiago, aunque con posterioridad pasó a la Orden de San Juan. Pero ese capítulo incluye también una descripción del castillo de Rocha- frida, de ese personaje y de sus preten- dientes: “…a la parte de Levante en una Laguna que se dice tiene mucha agua y en agosto se suele apocar y enjugar y que no quedan sino agauchares, hay una for- taleza en medio de dicha laguna, arrui- nado el edificio della, que comúnmente le llaman en esta tierra el Castillo de Ron- chafrida, donde dicen que antiguamente hubo una doncella que llamaron Rosa- florida muy hermosa y siendo señora de aquel Castillo la demandaron en ca- samiento Duques y Condes de Lombar- día y de otras partes extrañas y a todos los despreció, e oyendo decir nuevas de Montesinos se enamoró de él y lo envió a buscar por muchas partes extrañas y lo trujo y se casó con él y que era un hom- bre de notable estatura de grande, y que en aquel Castillo vivieron juntos hasta que allí murieron, y cerca de dicho Cas- tillo para pasar al otro Castillo, porque como dice un romance, por agua tiene la entrada y por agua la salida…”. Pero la alusión a Montesinos y a su cueva añade datos como los que reco- gemos de ese mismo capítulo: “…y cerca de dicho Castillo hay una cueva que lla- man comúnmente la cueva de Montesi- nos; por dentro de la qual dicen que pasa mucha agua dulce, siendo la del dicho río del Guadiana más basta, y que pastores que andan en aquella rivera con ganados sacan agua de la dicha cueva para beber y guisar sus comidas, está el dicho here- damiento y los demás es término de la villa de Alhambra, término común de la dicha villa de La Solana y a lo s otros de la Orden de Santiago”. Lo escrito hace cuatrocientos cin- cuenta años, algunos antes de aparecer la primera parte del Quijote, dejan claro el conocimiento que de personajes y lu- gares tenían los solaneros de entonces, que aparecen luego en el libro. “Cervantes en La Solana” Este ladillo es el título de un artícu- lo firmado por Federico Romero en el número 63 (julio de 1962) del periódico Manantial, que editaba la Acción Cató- lica solanera. En el mismo defiende que el autor del Quijote pasó por La Solana y señala: “Cervantes atravesó el Campo de Montiel dos veces en su ruta de Portu- gal a Orán y retorno”. Y añade el autor de tantos libretos de zarzuela: “Hubo de tomar el camino más corto que iba de Badajoz a Cartagena pasando, según el La relación de nuestros antepasados con lugares y personajes del Quijote Portada de la revista de El Hidalgo, editada por Extensión Agraria en septiembre de 1973.

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