GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 304

Gaceta de La Solana 4 El Tema Campo de Montiel, La Mancha que se olvida La comarca del Campo de Montiel lleva décadas perdiendo habitantes y pertenece a lo que se conoce como “España vaciada”. La Solana, muy vinculada a este territorio por razones históricas, huye de momento de esa denominación, pero mira con preocupación la realidad que allí sucede. B lanca M aroto M ario tiene 24 años. Desde muy pequeño, juega en el CB La Solana, precisamente porque en su pueblo de nacimiento, Villanueva de los Infantes, no hay posibilidades ni para eso. Su familia y sus amigos siempre han vivido allí, pero hace mucho tiempo advirtió que el futuro que deseaba no era compatible con el hogar que lo vio crecer. Con 18 años se sacó el carné de conducir y adquirió mentalidad de no retorno. Se traslada a Ciudad Real, a una hora de su pueblo, para estudiar el grado superior de Imagen para el Diagnóstico y Medi- cina Nuclear. Mario no es el único, pues el que fue catalogado como “uno de los pueblos más bonitos de España” en 2017 parece estar muriéndose, perdiendo a su población joven y transformándose en una especie de museo abandonado. Y a pesar de todo, con solo 4.775 habitantes (INE 2023) es la localidad más poblada de su entorno. El Campo de Montiel abarca 23 mu- nicipios entre Ciudad Real y Albacete. Su historia es grande. Por ejemplo, al- gunos autores afirman que Infantes es el “Lugar de La Mancha”, de cuyo nombre Don Quijote no quería acordarse. Los orígenes de la comarca se remontan a la reconquista cristiana tras las Navas de Tolosa (1212), momento en el que la Corona de Castilla obsequió la zona como señorío a la Orden de Santiago. Hoy, son pocos los que recuerdan que el Campo de Montiel aparece cinco veces mencionado en El Quijote, porque “de la historia no se vive”. Así lo admite Gua- dalupe Díaz, secretaria de la Asociación de Amigos del Campo de Montiel, que lamenta las preocupantes estadísticas demográficas de los últimos años. Las caídas poblacionales avanzan sin control desde 2010, con 7.000 habitantes menos. Y lo que es peor, una juventud escasa y sin capacidad de emprender. “Estos pue- blos no son atractivos para la población juvenil, que es la que realmente fija po- blación·, lamenta. La falta de emprendi- miento es lo que, a su juicio, supone un verdadero problema para la deprimida comarca. Sin infraestructuras esenciales -hospitales, universidades o industrias-, resulta cada vez más difícil fijar una po- blación en estas áreas. El teletrabajo ha permitido a muchas personas volver a las zonas rurales, pero suele ser de forma temporal, no estable. “Mi hijo mayor tra- baja en Villahermosa (1.700 habitantes) y se ha ido a vivir allí porque ahora tiene acceso a fibra óptica e Internet, pero es algo pasajero”, cuenta Díaz. Algo tan básico como la fibra óptica marca la diferencia en lugares así. Son pequeñas transformaciones que se con- siguen gracias a ayudas públicas como los fondos INTERREG (subvención eu- ropea de 359 millones de euros para el período de 2014-2020) o los LEADER (vínculos entre acciones de desarrollo de la economía rural). La organización que gestiona estos fondos en el Campo de Montiel es la Asociación de Desarro- llo Local Tierras de Libertad. A pesar de aplaudir estas mejoras, Guadalupe Díaz no está muy segura de la productividad de los proyectos extraídos de estos fon- dos: “A veces son para cosas como alum- brado, asfaltado de calles o arreglo de aceras”. “Eso beneficia a los que viven en el pueblo, pero no atrae población”. Las cifras le dan la razón, tristemente. La media poblacional de los 23 munici- pios del Campo de Montiel se encuentra en los 1.000 habitantes, aunque ya hay diez que ni siquiera alcanzan esta cifra. Sin duda, la localidad más productiva de la zona es La Solana, en el extremo oeste superior y con 15.224 habitantes en 2023. No es Campo de Montiel puro, pero sí mantiene una fuerte vinculación histórica. Su situación geográfica, co- municacional, poblacional y económica no es comparable, pero basta echar un vistazo a las infografías de GACETA para ver un dato lapidario: los colegios solaneros han perdido 700 niños en los últimos 25 años. Castillo de la Estrella, en Montiel.

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