GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 302

Gaceta de La Solana 50 Cartas al Director AGRADECIMIENTOS : • La familia de Miguel Jesús Moreno Naranjo quiere agradecer al pueblo el apoyo recibido. Se ha volcado con sus mu- estras de cariño ante un dolor inmenso porque se ha ido demasiado pronto una persona excelente, un ángel que jamás olvidaremos. Miguel, vivirás por y para siempre en nuestros corazones. • La familia de Juan Manuel Sánchez-Valdepeñas Sánchez, fallecido el 5 de septiembre, agradece las condolencias, apoyo y muestras de cariño que nos han manifestado por su reciente fallecimiento. Gracias de todo corazón. • La familia de Juan Antonio Cañadas Almarcha , fallecido el 30 de septiembre, agradece todas las muestras de condolen- cia y apoyo recibidas. Muchas gracias a todos. • La familia de Mª Paz Castaño López de la Vieja , fallecida el 8 de octubre, desea expresar su gratitud por las innumera- bles muestras de cariño recibidas. Nos hemos sentido muy reconfortados por ello. Muchas gracias de corazón. • Petra Castaño Plaza, hija de Caridad Plaza Guerrero , agradece a todos los que acompañaron en el último adiós a mi madre, y en especial a la Residencia ‘Rosa del Azafrán’. Han sido 104 años bien vividos. Madre, descansa en paz. Nota de la Dirección Recordamos a nuestros lectores que las cartas enviadas a GACETA no podrán exceder de un folio a dos espacios, meca- nografiado. Deben venir firmadas y acompañas por una fotocopia del DNI del autor, o persona que se responsabilice de su contenido. Esta revista se reserva el derecho a no publicarlas, resumirlas o extractarlas. Nacer en Cataluña, con sentimiento manchego D espués de leer las cartas al direc- tor de Jesús Velacoracho, en el nº 300 de la Gaceta, y de Sebastián Gertrúdix, en el nº 301, me animo a con- tar mi experiencia. Mis padres emigraron a Barcelona a finales de 1951 con mi her- mano mayor, de casi 2 años, y mi madre embarazada de mí. Venia mi padre con recomendación para trabajar en la compa- ñía de Tranvías de Barcelona (actualmente TMB). Si se emigraba sin trabajo era posi- ble que te montaran de vuelta en el mismo tren. El primer problema para ellos fue en- contrar vivienda y la que encontraron fue la que tuvieron toda su vida. Mi padre, Antonio Montalvo Alfon- sillo, trabajó toda su vida en la compañía TMB, pero en los inicios difíciles en dos sitios más. Mi madre, Concepción Moli- na, nacida en Infantes, atendía su hogar y trabajaba en una tienda de comestibles. Fueron años difíciles. No estaba permiti- do hablar ni enseñar catalán, pero quizás como rebeldía, en las casas entre amigos, en los comercios y en la calle se hablaba catalán. Amí y a los de mi generación no nos enseñaron a escribirlo, pero actual- mente me animo a hacerlo. Para mis padres, sus vacaciones eran ir a La Solana, donde tuvieron casa propia. Para sus amigos catalanes, mis padres eran ‘los manchegos’, y cuando llegaba a La Solana, para amigos y pa- rientes era el catalán. El resultado final es que en mi familia de Barcelona y pro- vincia todos hablamos catalán, y así lo hacemos cuando nos juntamos mi ma- rido, mis dos hijos y mis dos nietos. El castellano es la cuarta lengua más hablada en el mundo, solo por detrás del inglés, mandarín e hindi. Lo hablan 550 millones de personas, no necesita espe- cial protección y menos en base a anular otras lenguas como el catalán. Ninguna sobra y todas enriquecen al individuo poder hablar más de una lengua. Este tema de las lenguas es cultural, de educa- ción y NO político, así que no nos deje- mos manipular por los que están a la caza de votos y vivir la experiencia de cómo vivimos y convivimos en Cataluña. Mi hijo se ha casado recientemente y lo primero que hizo con su prometi- da, hoy esposa, fue enseñarle las tierras manchegas de sus abuelos, aunque ex- plicado en catalán. Un ejemplo de con- vivencia y hermanamiento es Riudoms (Tarragona) con La Solana. Me siento or- gullosa del legado y del esfuerzo de mis padres, que ahora en mi plena jubilación me permite tener una vida plácida para leer muchos libros, tanto en castellano como en catalán, pues amo la lectura. Agradezco a la Gaceta poder recibir la revista que ya recibían mis padres. Es una oportunidad de mantener el víncu- lo con mis orígenes. Vicky Montalvo Molina Cardedeu (Barcelona) Vicky Montalvo junto a sus padres en la Plaza Mayor.

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