GACETA DE LA SOLANA 299 MARZO-ABRIL 2023

Gaceta de La Solana 32 Reportaje A urelio M aroto V alentín era un niño rebelde y un estudiante mediocre. No le duelen prendas admitirlo. Fue alumno del colegio Romero Peña y pasó después por el IES Modesto Navarro, con más pena que gloria. Su familia te- nía un taller de costura y su abuelo pa- terno era agricultor, de modo que tenía acomodo laboral. “Me gustaba trabajar en el campo”, reconoce, mientras hacía escapadas con su moto. Nada presagia- ba por entonces su metamorfosis aca- démica. Hasta que una inquietud ines- perada llamó a su puerta. “Empecé a sentir mucha curiosidad por el funcionamiento del ordenamien- to jurídico, de nuestras instituciones, de cómo se hacían las leyes y cómo se apli- caban”. Él mismo respondió a su propia pregunta: “La mejor manera de saber es estudiar”. Así que no perdió más tiem- po, se fue al Centro de Adultos ‘García Maroto’, hizo el curso de acceso a la uni- versidad para mayores de 25 años y en septiembre de 2018 se matriculó en la Facultad de Derecho del campus de la UCLM en Ciudad Real. “Todo el mundo me animó y me decía lo mismo: nunca es tarde”. Tiró de los ahorros que había acumulado desde que comenzó a trabajar con 16 años y comenzó su aventura aca- démica. “Nunca tuve miedo, pero sí comencé un poco preocupado porque llevaba mucho sin estudiar”. Ese mie- do se diluyó en seguida, justo cuando se sentó delante del pupitre. “Me que- daba embelesado en clase y disfrutaba muchísimo estudiando”. Además, el ambiente universitario le entró por los ojos. “Me tiraba todo el día allí”. Difícilmente olvidará la inspiración de docentes como Cristina Rodríguez Yagüe, su profesora de Derecho Penal y Penitenciario, precisamente las dos áreas que más le atraen. “La Constitución Española es la envidia de Occidente” Al habla con el solanero Valentín Serrano Romero de Ávila, número uno de su promoción en Derecho por la UCLM Decía Ulpiano que el derecho consiste en tres reglas o principios básicos: vivir honestamente, no dañar a los demás y dar a cada uno lo suyo. Aquella máxima del célebre jurista romano sigue vigente, aunque sería utópica su aplicación natural sin una regulación legal. Ahí entra el mundo del derecho, y ahí aparece la figura del abogado, un oficio donde la vocación es pieza fundamental. A veces, esa vocación es tardía, como le ha ocurrido a Valentín Serrano Romero de Ávila, un joven solanero que dejó el surco para coger los libros. Con 27 años se matriculó en Derecho en la Universi- dad de Castilla-La Mancha, y cuatro años después se ha graduado como número uno de su promoción, con premio extraordinario de carrera. Merece la pena conocer su historia. El joven abogado solanero siente pasión por la abogacía.

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