GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 297

Gaceta de La Solana 65 La Gaceta Deportiva La fuerza del deporte Lydia es un ejemplo de tesón y progresión. Todo lo que ha vivido gracias a la natación le da un motivo para superarse todos los días en la piscina. A pesar de su rabiosa juven- tud, su experiencia vital le sirve para atre- verse a dar algunos consejos: “Animo a to- das las personas, con y sin discapacidad, a practicar algún deporte porque las vivencias y amistades que brinda merecen la pena”. Ese afán de superación le ha permitido rom- per barreras, vencer muchos clichés y volar alto en la natación adaptada, aunque toda- vía tiene mucho que decir. Aquí la vemos con sus padres, enfundados en la bandera de España. Como pez en el agua Lydia no se imagina su vida sin la natación. “Empecé a nadar por afición y por practicar algún deporte”, relata. No vislumbraba que esta disciplina le iba a dar tanto y se iba a convertir en una parte fundamental de su vida. Este deporte le ha brindado muchas expe- riencias y nuevas amistades en todo el país. La natación le dio un impulso y le supuso un cambio de mentalidad. “Al principio trataba de esconder que me falta una mano, pero al competir y ver personas que les faltan otras extremida- des y eran felices practicando, incluso a gran nivel, me motivó aún más”, explica sin tapujos. Los límites los pone cada uno y Lydia prefiere no ponerse ninguno. Disfrutar el momento y aprovechar cada ocasión que la acerque un paso más a su sue- ño. No pierde de vista la meta, que es competir en una cita paraolímpica. “Es para lo que trabajo y entreno todos los días”. De momento, está centrada en sus entrenamientos para mejorar y supe- rarse día a día, además de los distintos campeonatos de España que tiene por delante. De sus buenos resultados de- penderá su participación en otros inter- nacionales. “Espero conseguir plaza en un campeonato internacional que se va a celebrar en Berlín”. Hablando con ella, se nota que Lydia rebosa ganas y pasión. “Estoy haciendo lo que realmente me hace feliz”. La mo- tivación por seguir mejorando se suma al apoyo de su familia, que celebra sus logros como propios y que amparan a la joven para llegar a lo más alto. A base de esfuerzo y dedicación, Lydia nada y nada para conseguir su mejor marca y, ojalá, debutar en unos Juegos Para- límpicos. ¿Será en París 2024?, ¿será en Los Ángeles 2028? Quién sabe. Pero sí sabemos que el futuro es claro como el agua para otra deportista de élite con pasaporte de La Solana. Seguiremos sus pasos.

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