GACETA DE LA SOLANA NÚMERO 295

Gaceta de La Solana 6 Ha sido Noticia P aco del O lmo E l tórrido verano que estamos pa- deciendo y la escasez de precipi- taciones durante toda la tempo- rada estival amplifican la preocupación general. Por ejemplo, han provocado la merma de producción de los cultivos tradicionales de la zona. El campo se achicharra. La Solana no registró ningu- na precipación en el periodo que va del 4 de mayo al 13 de agosto. O sea, 100 días sin caer una gota. A esto se unen varias olas de calor sahariano, día y noche. Las tormentas veraniegas supusieron una li- gera caída en los termómetros y apenas 3 litros de lluvia. Después, vuelta al calor y la sequía más extrema. ‘Marzo ventoso y abril lluvioso, ha- cen a mayo florido y hermoso’. Dicen que los refranes trabajan, y con razón. El bimestre marzo-abril fue lluvioso en La Solana, con 158 litros por metro cua- drado ( datos oficiosos ). Mayo llegó con el campo brotando con fuerza tras un invierno con una escasez pluviométrica, aunque las siembras aguantaron bien. Según la Cooperativa Santa Catalina, la campaña de cereal ha sido “media”, aun- que algo más baja que en 2021. Pese a la climatología, ha resultado ser una bue- na cosecha, con un grano de calidad. La entidad vitivinícola ha recolectado en torno a los cuatro millones de kilos en una recogida donde el cereal ha tenido buen precio. El panorama actual, y la propia inflación, lo han motivado. Es, por tanto, la cara de la moneda. La cruz son los cultivos leñosos, como la vid -ya en plena campaña- o el olivo, que han sufrido la acusada sequía y las altas temperaturas de este verano. La cosecha de uva comenzó con un fruto de calidad, de un calibre más pe- queño de lo habitual y una merma entre un 30 y un 40 por ciento en la vid de secano, y en torno al 15 por ciento en el regadío. Las variedades tempranas, moscatel, chardonnay y suavignon blanc , pronosticaron esta evidente caída en los primeros compases de la recolección. El presidente de la Cooperativa San- ta Catalina, Pedro José Martín-Zarco, augura una subida de los precios de la uva. “Todo ha subido y hay menor pro- ducción, por lo que debe traducirse en un aumento”. Las variedades tradiciona- les, cencibel y airén , se han visto afectadas por las altas temperaturas, adelantando su maduración. La bajada del termóme- tro de mediados de agosto ‘sujetó’ algo los viñedos e impidió que la uva se quemara. Esta situación, también, puede trasladarse al olivo. El tamaño de la aceituna es más pequeño y, si no cambian las condiciones climatológicas, comenzará a ‘arrugarse’ y caerse del árbol. Con el tiempo no hay quien pueda, eso está claro. El campo se achicharra Los cultivos tradicionales sufren el intenso calor y la sequía, aunque los precios apuntan al alza Imagen del 13 de agosto, que descargó una tormenta tras 100 días sin llover. Cebada junto al silo de La Solana.

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